15 de octubre día mundial de las Mujeres Rurales

15.10.2014 09:49

 2007 la Asamblea General de la ONU estableció el 15 de octubre como Día Internacional de las Mujeres Rurales en reconocimiento a “la función y contribución decisivas de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural”.

Las mujeres juegan un papel indispensable en las economías rurales, tanto en los países desarrollados, como en aquellos en vías de desarrollo. Así, a nivel mundial, la producción de bienes y alimentos, en un 80%, se realiza por las mujeres, que sin embargo sólo son propietarias de un 2% de los bienes en tierras o capital. Ellas son las encargadas de la tierra, de sus cultivos, de la preservación de las semillas, del reparto y cuidado del agua y del ganado o de la producción de combustibles para las familias y comunidades. Todo ello añadido al cuidado de descendientes y del resto de las personas -dependientes o no- que forman el núcleo familiar.
El medio rural las necesita porque son las responsables del asentamiento poblacional, evitando el envejecimiento o el abandono del medio. Son el motor de la innovación del medio rural y el centro de las políticas de desarrollo de éste. Su papel es imprescindible en la diversificación de la economía para el mantenimiento de los niveles de renta de sus familias y comunidades, contribuyendo así a la vertebración territorial.

 

 

Son muchos los problemas y discriminaciones que afectan a las mujeres rurales: la mayoría de ellas trabaja toda la vida en la agricultura o ganadería sin recibir ninguna remuneración por ello, añadiendo -como en el resto de las mujeres- estos trabajos al doméstico y al de cuidados; los débiles avances operados en materia de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres no se han dado en el medio rural, donde las desigualdades son todavía más patentes; la carencia de infraestructuras, la dificultad para acceder a servicios y las escasas o nulas oportunidades laborales o formativas, obligan a las mujeres rurales a emigrar a las ciudades en busca de trabajo, formación y servicios; la falta de corresponsabilidad en los cuidados de las hijas e hijos y la desigualdad en los permisos por nacimiento para madres y padres, o de los cuidados de las personas dependientes -agravada por la falta de escuelas públicas infantiles de 0-3 años o servicios asistenciales- son un obstáculo para todas las mujeres para acceder al mercado laboral en igualdad de condiciones que los hombres, insalvable en el medio rural; la falta de proximidad de servicios sociales y asistenciales es un obstáculo más para que las mujeres, en el ámbito rural, puedan acceder a la sanidad, la educación o el cuidado de las personas dependientes. Tampoco podemos olvidar que en el medio rural las mujeres en situación de violencia machista difícilmente encuentran servicios próximos de información, prevención o ayuda.