Argentina negocia con los fondos buitres

06.07.2014 20:00

Crédito: AFP

 

Funcionarios del Ministerio de Economía mantendrán mañana su primera reunión con el abogado Daniel Pollack, designado como mediador por el juez Thomas Griesa en el conflicto con los bonistas que litigaron contra Argentina y obtuvieron fallos favorables
En ese marco, el ex presidente Eduardo Duhalde pidió "prudencia" frente a la negociación dado que "no sería bueno entrar en default porque sería una crisis dentro de otra crisis mayor" y la diputada Patricia Bullrich dijo que "la estrategia argentina no dio resultado" y que ahora los holdouts tienen "el as de espada y nosotros tenemos que ver cómo jugamos al truco con cartas malas, pero si uno es hábil se puede ganar".
 
A su vez, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, opinó que "el apoyo" internacional "es importante pero también tenemos que tener firmeza nosotros" y valoró el trabajo del ministro de Economía, Axel Kicillof, a quien calificó como "un genio".
 
La comitiva que viajaba hoy a Nueva York está integrada por los secretarios de Finanzas, Pablo López, de Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea, y el subprocurador del Tesoro, Javier Pargament.
 
Los funcionarios se reunirán mañana con Pollack, en un encuentro del que no participarán representantes de los holdouts, según aclaró Kicillof días atrás.
 
El juez Griesa ordenó a la Argentina y a los holdouts sentarse a negociar la forma y el plazo del pago de 1.330 millones de dólares que el magistrado falló a favor de ese grupo de bonistas, sentencia que quedó firme tras el rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos a tomar el caso.
 
En esa sentencia, Griesa fijó que "debe ser en un pago y efectivo", pero los holdouts adelantaron que aceptarían que la cancelación se realice con un esquema similar a los acuerdos alcanzados en los casos de Repsol y Club de París, o sea una combinación de efectivo y bonos a largo plazo.
 
El objetivo del gobierno es lograr un arreglo en la negociación con los holdouts antes del 30 de julio para evitar que el país caiga en un default técnico de su deuda, luego de que Griesa trabó el pago de un vencimiento a los bonistas regulares, que operó el 30 de junio.
 
Desde el martes empezó a correr un plazo de treinta días que hay de gracia para cumplir con ese compromiso.
 
Ante esta situación, el gobierno argentino reclamó al Bank of New York Mellon (BONY) y a Euroclear, los agentes de pago, por no haber distribuidos los fondos por alrededor de 590 millones de dólares depositados para cumplir con el pago a los acreedores que entraron a los canjes de 2005 y 2010.
 
A su vez, el BONY presentó una consulta a Griesa para que determine qué hacer con esos fondos ante eventuales juicios de parte de los bonistas por incumplir con el pago.
 
Kicillof advirtió el viernes que hay "desconcierto" por ese dinero girado para pagar a bonistas reestructurados.
 
"Estamos desconcertados, los bancos le han preguntado al juez qué hacer, los bonistas han reclamado a las agencias que les den su dinero y cuando observamos que alguien puede, al no recibir el dinero, endilgarle la responsabilidad a la Argentina, dijimos -señores, vayan y paguen- esto no es responsabilidad de la Argentina", señaló.
 
Por eso, tanto en el gobierno, como el BONY y los acreedores esperan que esta semana haya alguna definición de parte de Griesa sobre esta cuestión.