Brasil: Retoman intento de juicio político a Rousseff

28.11.2015 07:33

"La cuestión del impeachment (juicio político) nunca estuvo adormecida, pues continúan en pie las razones objetivas que llevaron a que ese tema sea discutido", afirmó el senador Aécio Neves, líder del opositor Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) y ex candidato presidencial derrotado ajustadamente por Rousseff en octubre de 2014.

Por su parte, el líder de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, uno de los principales opositores al gobierno pese a formar parte del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de la base aliada oficialista, y acusado de lavado de dinero, participación en la corrupción de Petrobras y de poseer cuentas millonarias en Suiza, anunció que la semana próxima puede reactivar la tramitación de alguno de los proyectos de juicio político contra la jefa de Estado.

Cunha, acosado incluso en la oposición por esas denuncias de corrupción, había descartado tratar el juicio político hasta el 2016, pero revisó ese compromiso público al calor de la crisis que estalló el pasado miércoles cuando el Supremo Tribunal Federal (STF), en una decisión sin antecedentes desde la recuperación de la democracia en 1985, ordenó la prisión de Amaral, jefe del bloque de senadores del gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

Por su parte, la presidenta Rousseff que este fin de semana viajará a París para asistir el lunes a la Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático (COP21), canceló las posteriores visitas a Vietnam y Japón que tenía previsto realizar, para poder atender las difíciles negociaciones en el Parlamento brasileño de las medidas de ajuste y cierre de cuentas que deben aprobarse antes de fin de año.

En tanto, el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, afirmó que el gobierno anunciará el lunes un recorte de gastos que alcanzará a todos los recursos disponibles para desembolsos hasta el final del presente ejercicio, para evitar cometer infracciones en el cierre de las cuentas del 2015 por el hecho de que el Congreso postergó la votación que debió realizar ayer jueves del cambio de la meta fiscal, que prevé un superávit primario de 1,1 por ciento del PIB para lograr un déficit final del 0,85 por ciento.

Más allá de esa postergación, la detención del senador Amaral, uno de los congresistas consultados regularmente por Rousseff, junto a quien elaboró la estrategia del gobierno en el Legislativo, pone serios interrogantes acerca de cómo se negociará la aprobación de las cuentas del 2015 y 2016.

De hecho, el bloque de senadores del gobierno quedó acéfalo y esto tornó improbable que los próximos días se apruebe la modificación del superávit primario en el presupuesto del año.

Hasta hoy la presidenta no había formulado declaraciones sobre el escándalo reavivado por la detención de Amaral, a pesar del pedido formulado por los opositores partidos del PSDB y Demócratas.

En cambio, el titular del PT, Rui Falcao, declaró ayer que su agrupación no se solidariza con el detenido Amaral y no descartó que éste sea expulsado en la próxima reunión de la dirección partidaria, mientras que el gobierno dejó trascender que no es responsable de la actitud de Amaral para obstruir la investigación del escándalo del "Petrolao".

Además, la policía de Brasil detuvo hoy a un abogado vinculado a la red de corrupción que operaba en Petrobras y que participó en maniobras para obstaculizar la acción de la justicia, adjudicadas a Amaral.

El abogado Edson Ribeiro, quien defendió al ex director de Petrobras Néstor Cerveró, preso por el escándalo, fue detenido en el aeropuerto de Río de Janeiro cuando regresaba al país desde Estados Unidos.

Según la Fiscalía, el abogado participó en maniobras hechas por Amaral, detenido el miércoles pasado para intentar librar de la prisión a Cerveró o, al menos, suavizar su condena.

Documentos y grabaciones obtenidas por la Fiscalía comprueban que el senador y el abogado también intentaron sobornar al ex director de Petrobras Cerveró a cambio de que no aceptase un acuerdo de cooperación con la Justicia y llegaron a ofrecerle 50.000 reales (13.300 dólares) por mes a cambio de su silencio.

En la misma operación que llevó al arresto del senador fueron detenidos su jefe de gabinete, Diogo Ferreira, y el banquero André Esteves, consejero delegado del banco de inversión BTG Pactual.

Hace tres años Esteves entró en la lista de las veinte personas más ricas de Brasil, con una fortuna calculada en unos 3.000 millones de dólares, amasada también con negocios petroleros.

Según la Fiscalía, el banquero apoyó financieramente a Amaral en su intento de soborno a Cerveró, quien fue clave en un polémico negocio que llevó a Petrobras a comprar una refinería en Estados Unidos en 2006.

Esa negociación está en la mira de la Justicia por un supuesto fraude que, según sostiene la oposición, involucra a la presidenta Rousseff, quien dirigía el consejo directivo de Petrobras.

Cuando surgieron las primeras denuncias, la mandataria afirmó en un comunicado que el consejo directivo de Petrobras había aprobado la operación sobre la base de "información incompleta" y "equivocada" de la dirección, entonces ocupada por Cerveró.