Crece la tensión por acuerdos economicos entre Argentina y México
Argentina y México no llegaron a un acuerdo sobre el comercio bilateral del sector automotriz y seguirán negociando mañana a partir del mediodía. Los enviados del Secretario de Economía azteca, Ildefonso Guajardo Villarreal, se juntaron durante la tarde con funcionarios del Ministerio de Industria de Cristina para terminar de delinear el arreglo que regulará el intercambio de autos de acá al 2019.
El 19 de marzo vence el convenio firmado a fines de 2012 por medio del cual la Argentina se comprometió a importar hasta 600 millones de dólares en autos con ese origen, cifra a partir de la cual se cobra el arancel externo común del Mercosur, y que le permitía a las terminales no pagar arancel si exportan vehículos en el mismo nivel de lo que importan.
De ahí que las conversaciones se estén realizando a contrarreloj y amenazan con hacer estallar un nuevo conflicto bilateral. Luego de la última cumbre en el DF, Guajardo había calificado la propuesta argentina como "bastante pobre".
Las posiciones chocan porque mientras México busca imponer el libre comercio en el área, nuestro país atraviesa una dura restricción externa que tuvo como principal perjudicado al sector automotriz, quien supo ser la estrella de los años mozos del modelo k.
Un indicador de la tensión por la que atraviesan en este momento ambos países es que no hubo ninguna foto oficial ni comunicado que reportara lo que se charló en la reunión. La oficina de prensa de la ministra de Industria se limitó a emitir un parte con el anuncio de una inversión de Renault, acaso para calmar las aguas en el ambiente automotriz y mostrar el único dato positivo de la jornada
Es que la situación entre el mercado argentino y el mexicano no podría ser más distinta. Mientras en el país azteca la producción de autos no para de crecer y alcanzó un nuevo récord, las automotrices criollas vienen de un año para el olvido, en donde se vieron golpeadas por la devaluación de enero del 2014 y un impuestazo que hizo subir los precios de todos los modelos.
Los números son irrefutables. Durante febrero, en México se produjeron 10 mil 102 autos cada día, la mayor cifra de la historia para ese mes, con un incremento en las ventas del 22%. De 2007 a la fecha el crecimiento fue de 62.6 por ciento, es decir 9 por ciento al año. Un ritmo que sólo tienen países como China.
Lo cierto es que el año pasado México desplazó a Brasil en el puesto que ocupa a nivel de producción, con 3,2 millones de unidades fabricadas.
Ayer mismo se confirmó la inversión de mil millones de dólares adicionales que hará Volkswagen en Puebla. Y ya hay estados que van a ser potencias automotrices por sí mismos, como Guanajuato, Nuevo León, Aguascalientes, Coahuila, Sonora, San Luis Potosí, Chihuahua, México, Jalisco y Baja California, anticipó hoy Enrique Quintana en una columna de opinión publicada en El Financiero.
“Fuera de China, Estados Unidos y Japón, México podría estar peleando al final de esta década con Alemania el cuarto lugar en producción de autos a nivel mundial”, vaticinó el columnista.
En tanto, en la Argentina las ventas no paran de caer y la producción retrocedió en el segundo mes del año a su menor nivel desde 2009, con una baja del 14%. Por su parte, el patentamiento de vehículos descendió un 28%.
“Hasta la imposición de los cupos en el 2012, el 7 u 8 por ciento de los patentamientos correspondían a vehículos provenientes de México”, apuntó Gonzalo Dalmasso, analista de Abeceb.com especializado en el sector.
El precedente de Brasil
México viene de cerrar con Brasil la prórroga del acuerdo hasta 2019. El gobierno de Dilma Rousseff logró reducir la cuota de importación a 1500 millones de dólares para el 2016, en tanto el 2015 podrán exportar por hasta 1600 millones sin pagar arancel.
Los industriales aztecas consideraron esta decisión como “lamentable” y temen que pueda impactar en los niveles de producción previstos para los próximos años, ya que se habían planificado como si rigiera el libre comercio.
Guajardo estuvo ayer en Río de Janeiro para firmar el convenio con su par brasileño y se volvió a su tierra natal. En su lugar, envió a negociar a Buenos Aires al Subsecretario de Economía, Francisco Rosemberg.
La ministra de Industria argentina, Débora Giorgi, tampoco participó de la cumbre y mandó al Secretario de Planeamiento Estratégico de su cartera, Horacio Cepeda, acompañado del encargado de Relaciones Económicas de la Cancillería, Carlos Bianco. También se hizo presente el embajador mexicano, Fernando Castro.
El acuerdo entre Argentina y México surgió en respuesta al que primero había firmado el gigante sudamericano, que en el 2014 tuvo un déficit comercial con el país del norte de más de U$S1600 millones(ver video). Los funcionarios de Cristina temían que los autos aztecas fueran a invadir el mercado local, por lo que presionaron para sellar un convenio similar.
En ese entonces, Giorgi había argumentado que el déficit comercial con México se había disparado desde unos U$S380 millones en 2010 a casi U$S1000 millones en el 2011.