Ecuador: Correa aseguró que existen claros indicios de un intento desestabilizador
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que existen "claros indicios" de que sectores vinculados a la oposición centroderechista intentarán un nuevo golpe en su contra a partir de las protestas por dos iniciativas gubernamentales y renovó su propuesta de un debate nacional “sobre la intolerable desigualdad entre ricos y pobres”, mientras que los opositores rechazaron esas acusaciones y negaron que se pretenda "boicotear" la visita del papa Francisco, que llegará al país este domingo.
Correa salió a hacer las advertencias apenas a horas de esta nueva protesta de sectores opositores, que rechazan las iniciativas del oficialismo para crear un nuevo impuesto a la herencia y otro a la plusvalía.
Para contrarrestar las marchas opositoras -desde el centro y sur de Quito- el oficialismo llamó a otra concentración “pacífica” en la llamada Plaza Grande, donde el mandatario defendió su gestión ante miles de manifestantes del movimiento oficialisa Alianza País y aseguró desde los balcones del gubernamental Palacion Carondelet que "el pueblo se mantendrá unido en defensa de la revolución ciudadana".
“Lamentablemente tenemos claros indicios de que los golpistas intentarán tomarse Carondelet. Quieren, en base a la violencia, derrocar a un gobierno de inmenso apoyo nacional e internacional”, escribió Correa en las horas previas a las concentraciones, e insistió en que los proyectos en discusión no afectan a la clase media.
Esta noche, enronquecido por su fogoso discurso, Correa invitó a sus seguidores a gritar de ahora en adelante "fuera golpistas, fuera", en contraposición con el grito "fuera Correa, fuera", que se popularizó en las manifestaciones callejeras que vive Ecuador desde hace tres semanas contra leyes de impuestos, que el gobierno entre tanto ha decidido retirar.
El dirigente opositor Mesías Tatamuez indicó al hablar ante los manifestantes que la marcha que se concentró en el parque El Arbolito era "pacífica y no golpista" y desechó que traten de "boicotear la venida del papa". Al contrario, señaló, queremos que el papa venga "y sienta lo que está pasando".
Algunos voceros de la oposición señalaron que habrá una tregua por la visita papal, que visitará Ecuador desde el domingo al miércoles 8 de julio, pero otros manifestaron que harán conocer al pontífice la situación ecuatoriana y uno de ellos, el asambleísta Andres Páez, recogió cartas para el Papa, que le serán entregadas a través de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).
La iglesia católica ha hecho reiterados llamados a la paz y la tranquilidad y el presidente de la CEE, Fausto Trávez, pidió "que se depongan las agresiones".
Correa también reseñó las movilizaciones de la semana pasada que, a su criterio, apuntaban a crear desestabilización similar a las guarimbas (barricadas) organizadas en Venezuela. “Fracasaron la semana anterior, lo intentarán mañana. ¡Somos más, muchísimos más! Intentan al menos mantenernos en enfrentamientos permanentes, como lo hicieron en Venezuela. No lo lograrán”, escribió.
Entre los activistas de estas maniobras, el mandatario señaló a Mario Pazmiño, un coronel retirado del Ejército, ex jefe de inteligencia militar, a quien vinculó con la CIA estadounidense, y al coronel César Carrión, quien era director del hospital policial donde estuvo secuestrado Correa en el intento de golpe de Estado de 2010.
El presidente también hizo alusión a “millones de dólares de poderosos grupos económicos y a los “periodistas de siempre”, que alientan esas protestas.
Según la denuncia, la oposición planifica también tomar por la fuerza los aeropuertos de Quito y Guayaquil, así como las salidas fronterizas de Rumichaca (con Colombia) y Huaquillas (colindante con Perú), y el envío y publicación de dos cartas en los diarios El Universo y La Hora.
Entre los manifestantes opositores se divisaron varias organizaciones sindicales y sociales, trabajadores de varios Consejos Provinciales y de gremios que marcharon hacia la sede de la Asamblea Nacional y la Corte Constitucional.
Otros grupos, entre ellos el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitaria de Trabajadores (Cedocut) y varios colegios de profesionales, se manifestaron más temprano en el centro histórico.
“Hemos recibido agresiones, insultos, vejámenes. Responderemos con paz, con alegría, pero con firmeza. El pasado, no volverá. ¡Hasta la victoria siempre!”, escribió esta mañana Correa en la red social Twitter.
En otro posteo, consideró que los dos proyectos en discusión constituyen “lo más coherente que hemos hecho para tener un país menos injusto” y renovó su apuesta a un debate “sobre el problema de fondo: la intolerable desigualdad entre ricos y pobres, más aún cuando pocos heredan todo y muchos heredan tan solo miseria”.
El mandatario recibió además el respaldo de la Asociación de Municipalidad de Ecuador (AME), desde la que unos 50 alcaldes de todo el país respaldaron las políticas de gobierno y rechazaron los intentos de desestabilización.
Desde Washington, en tanto, el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, le pidió al Papa que intermedie entre el gobierno de Correa y la oposición.
"@Pontifex_es ante su próxima llegada a Ecuador instamos al diálogo con el Gobierno de @MashiRafael (Rafael Correa) y la oposición en el marco de la institucionalidad democrática", escribió Almagro, en su cuenta de la red social Twitter.