El presidente de Cuba advirtió que su país no podrá mantener relaciones normales con EEUU mientras se mantenga el embargo económico
El lunes, dijo Castro al hablar ante el Parlamento, "habrá concluido una primera fase del proceso iniciado el 17 de diciembre y comenzará (una) nueva etapa larga y compleja en camino hacia la normalización".

Reconoció el llamado del presidente Barack Obama al Congreso norteamericano para que levante el bloqueo a Cuba, reiterado en su declaración del pasado 1 de julio, y dijo esperar que "continúe usando sus facultades ejecutivas para desmantelar aspectos de esta política, que causa daño y privaciones" al pueblo cubano.
Castro reiteró además la exigencia de que Washington devuelva la base naval de Guantánamo, en el este de la isla, y cesen "los programas dirigidos a promover la subversión y la desestabilización internas y se compense al pueblo cubano por los daños humanos y económicos provocados a causa de las políticas de los Estados Unidos", aplicadas desde principios de los '60.
Subrayó que "cambiar todo lo que deba ser cambiado es asunto soberano y exclusivo de los cubanos".
Estados Unidos y Cuba retomarán el lunes las relaciones que rompió Washington en enero de 1961, dos años después del triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro. La Casa Blanca impuso a comienzos de los años 60 un duro embargo económico y comercial a la isla, que mantiene hasta ahora.
Castro y Obama anunciaron el pasado 17 de diciembre el histórico acuerdo para reanudar relaciones, alcanzado después de 18 meses de negociaciones secretas y sellado con un intercambio de prisioneros. La noticia dio entonces la vuelta al mundo.
El gobierno cubano abrirá el lunes formalmente su embajada en Washington con una ceremonia que presidirá el canciller de la isla, Bruno Rodríguez.
Por su parte, Estados Unidos prevé que el secretario de Estado, John Kerry, viaje también próximanente a La Habana para abrir oficialmente la embajada norteamericana, aunque el Partido Republicano, mayoritario en el Congreso y opuesto al restablecimiento de relaciones, ya declaró que rechazará el nombramiento de un embajador.
Ambos países contaban hasta ahora con una llamada "sección de intereses" en la otra capital, que pasará a ser embajada.
"El gobierno revolucionario tiene la disposición de avanzar en la normalización de las relaciones, convencido de que ambos países podemos cooperar y coexistir civilizadamente, en beneficio mutuo, por encima de las diferencias que tenemos y tendremos", señaló Raúl Castro en su discurso.
De este modo, agregó, podremos "contribuir con ello a la paz, la seguridad, la estabilidad, el desarrollo y la equidad en nuestro continente y el mundo".