En Santa Fe temen que la inundación aumente las chances de Del Sel
La capital provincial volvió a sufrir inundaciones que afectaron los barrios más carenciados. Con lluvias que superaron los 500 mm en seis días, casi la mitad de lo que se registra anualmente en esa zona, y con un pronóstico adverso, el intendente José Corral suspendió el transporte público, la Universidad cerró las puertas y casi no se registró actividad privada.
La autopista Rosario-Santa Fe permanecía cortada debido a la crecida del río mientras se esperan nuevas precipitaciones. El intendente radical José Corral viene recorriendo las zonas afectadas desde el primer momento de comenzado los anegamientos y se implementaron operativos de ayuda y evacuación.
Es que a menos de 45 días de las PASO, el Frente Progresista deberá hacer frente a un desafío inesperado que temen, aumente las chances del macrista Miguel del Sel.
En le Frente Progresista descuentan que más temprano que tarde les pasarán la factura por las obras no hechas para mitigar las inundaciones -como le pasó al intendente de La Plata, Pablo Bruera-, con un agravante: Mauricio Macri, líder de Miguel del Sel, logró prácticamente reducir a cero en base a grandes obras de infraestructura -como el entubamiento del Maldonado- las cíclicas inundaciones que castigaban a Buenos Aires. El contraste es grande.
En lo inmediato, el desastre golpea también al radical Corral, quien busca su reelección a la intendencia.
Corral, a quien muchos radicales lo consideran la promesa de la UCR para el 2019, optó por apoyar y alinearse al alicaído Mario Barletta en la interna con Miguel Lifschitz, el candidato socialista quienes se enfrentarán en 45 días.
Desde el gobierno provincial sostienen que se está colaborando con todos los intendentes de las localidades afectadas. La situación incomoda al intendente de Santa Fe quien tuvo que acudir a su inminente adversario para superar la situación.

El fantasma del 2003
Los niveles del agua están lejos de la marca histórica del 2003, cuando sucedió la catástrofe hídrica más importante de la historia santafesina dejando bajo el agua a nueve departamentos, más de mil quinientos millones de dólares de pérdida y 23 muertos según los discutidos números oficiales.
En ese entonces, hubo más de 50 mil evacuados y 130 mil familias afectadas producto del desborde del ala oeste del Río Salado debido a las aguas que bajaban de las provincias del norte.
Faltaban tres meses para las elecciones provinciales y el gobernador Carlos Reutemann apostaba por Jorge Obeid para retener la provincia en manos del justicialismo.
A pesar de la inclemencia, Reutemann quien se postulaba para senador nacional, supo capitalizar la situación. Con una fuerte presencia estatal en ayuda y socorro en el departamento Capital, el más afectado, el ex corredor obtuvo más del 50% de los votos.
Hasta el día de hoy, la catástrofe sigue trayéndole dolores de cabeza al ex corredor. El socialismo supo mantener esa herida abierta en la memoria de la población y en las oficinas judiciales donde aún están pendientes las causas que comprometen al Lole.
Ahora, la situación que se vive en Santa Fe tiene orígenes diferentes de aquella gran inundación. El factor fundamental fueron las grandes precipitaciones lo que produjeron también un mapa diferente de afectados.
Avenidas céntricas, locales comerciales y gran cantidad de vecinos fueron perjudicados por las lluvias. Un dirigente santafesino reconoció en comunicación con LPO: “Los vecinos tienen un malestar muy grande, esto ha afectado a un número significativo de negocios y domicilios” sostuvo e informó que en algunas arterias importantes el agua llegaba al metro.
A su vez, la tasa de inseguridad también juega en contra y muchas familias perjudicadas se niegan a abandonar su hogar para no sufrir saqueos.
En menor escala pero con un infortunio que rememora las dramáticas horas que comenzaron el 29 de abril del 2003, el Frente Progresista deberá superar una adversidad que interpela a los dos sectores que competirán en las PASO.