Estudiantes y Racing igualaron en La Plata

04.04.2015 09:20

Foto: DyN 

LA PLATA.- La gran prueba estará entresemana, en la Copa Libertadores, porque Estudiantes y Racing no pueden enderezarse en el campeonato local. Con diferentes urgencias, claro, tiran hasta donde pueden. Dan todo de sí, pero algo los tiene atados. No son los mismos de antes, los de hace poco. El Pincha no puede ganar: ya son cinco partidos seguidos sin festejos. Y la Academia no consigue regularidad. Es cierto que lleva siete partidos invicta, pero con empates y éxitos intercalados. Así, pese a lo largo de la competencia, pierden frescura y se conforman con lo que les queda a mano.

Son momentos diferentes, de dudas e intermitencias y de confianza y entusiasmo. Hace algunas semanas que Estudiantes no parece Estudiantes. El juego lo tiene zigzagueante y también lo envuelve cierto ambiente enrarecido. Los días sin victorias instalaron murmullos acerca de la continuidad del DT Pellegrino. Y, aunque no se quiera, el juego también entra en duda. Lo que antes parecía seguro, ahora es un titubeo. Se pierde un pase a pocos metros y se falla en la jugada más insólita.

Tan enredado estaba el León que se hablaba más de las cuestiones extrafutbolísticas que del juego. Como la mediática pelea entre Leandro Desábato y Daniel Osvaldo, de Boca, en la caída por 3-0 en la Bombonera. Anoche intentó con un cambio de sistema: dejó el 4-4-2 y eligió el 3-5-2. Casi nada cambió.

Racing parece todo lo contrario, pese a que las victorias no se dan con frecuencia. Está afirmado y tiene alta la autoestima. Se mantiene con buenas posibilidades en la Copa Libertadores y en el campeonato local da la pelea que puede. Llegaba con apenas una derrota, en la 1ª fecha, con Rosario Central (0-1), y con victorias alternadas con empates. Su única preocupación por estos días es el resto físico de sus piezas decisivas, sobre todo Diego Milito, que regula la energía según el desafío.

Lo bueno estuvo en el despliegue, en el esfuerzo físico. Anduvieron de acá para allá. Pusieron empeño y trataron de buscar siempre a algún compañero libre. Pero los dos tuvieron el mismo problema: la imprecisión. Los inconvenientes en el traslado fueron más evidentes en Estudiantes porque el conjunto platense tuvo más tiempo la pelota. Los delanteros quedaron aislados porque casi nunca los habilitaron al pie y porque los avances por los laterales fueron bien neutralizados por los mediocampistas y defensores de la Academia.

Es sabido que Racing se siente cómodo con el contraataque. Sobre todo con la explosión ofensiva que en los últimos meses encontraron Bou y Milito. El conjunto de Avellaneda tuvo un par de ocasiones para lanzarse en velocidad, aunque falló en el toque final, en ese que iba a dejar a alguno de los atacantes cara a cara con Navarro. Sus hombres de punta también quedaron bastante lejos del otro bloque del equipo. Ante ese panorama hubo pocas situaciones de peligro y la emoción se redujo a algún intento individual sin demasiada eficacia.

El partido se abrió cuando Racing ya había hecho un par de variantes decisivas. La principal, por supuesto, fue la salida de Milito, reemplazado por Brian Fernández. Cocca eligió resguardar al emblema y, como el partido estaba parejo, buscar con otras alternativas. No tuvo fortuna porque, pocos minutos después, el Pincha encontró cierta calma. Fue Jara el que encabezó un ataque por la derecha. Dejó un defensor por el camino y buscó a Carrillo en el centro del área. El delantero no pudo, pero la pelota siguió hasta la posición de Sánchez Miño, que, a la carrera y de zurda, puso la pelota en un ángulo.

La alegría le duró poco a Estudiantes, que anda torcido, que pierde la concentración. Así, de un descuido, nació el empate de Racing. Brian Fernández se escabulló por la izquierda y quedó frente a Navarro. El arquero dio un rebote al medio tras un remate fuerte y Bou no perdió el tiempo: igualó con un tiro de primera. La tendencia ya no se alteró. Ni la de Estudiantes. Ni la de Racing. Se fueron como llegaron.