Guerra Fría con Cristina: Scioli anunció a Casal para Justicia

En la cúpula de La Cámpora recibieron una noticia que les preocupa: la elección por parte de Daniel Scioli de Ricardo Casal como su ministro de Justicia en un eventual gabinete. No es una noticia fácil de digerir y que inquieta tanto a Cristina Kirchner como a su hijo Máximo, líder de la poderosa agrupación juvenil.
Tal como lo hizo ayer con Silvina Batakis para el ministerio de Economía, el candidato a la presidencia se inclinó por un incondicional para la cartera de Justicia. Ahora, en caso de que del ex motonauta se imponga en las elecciones del 25 de octubre, será Casal quien tendrá poder sobre las causas que pesan sobre la mandataria y su entorno más cercano.
Pero también es un fuerte golpe para la estructura de La Cámpora. Es que el ministerio de la calle Sarmiento es uno de los reductos más importantes de esa agrupación en términos de contratos laborales que sirven para mantener a la militancia juvenil con sueldos considerables.
La colonización de Justicia por parte de militantes de La Cámpora fue quizás la más importante en el gobierno nacional. En los últimos meses se quintuplicaron la cantidad de empleados, en su gran mayoría militantes del proyecto.
Casal es un sobreviviente de los embates del kirchnerismo. En particular desde 2011, cuando el kirchenrismo duro intentó condicionar su camino a la Rosada. Por entonces al frente de Justicia y Seguridad (hoy esa cartera está desdoblada), Casal sufrió de parte de Gabriel Mariotto la creación de la Comisión Candela, una bicameral que tenía como objetivo avanzar en una investigación paralela para establecer responsabilidades sobre el accionar de La Bonaerense y la Justicia tras la muerte de la niña Candela Sol Rodríguez. Pero además, el propio Mariotto recorrió las cárceles bonaerense denunciando casos de violaciones a los Derechos Humanos.
Por entonces, el kirchnerismo levantaba las banderas de una visión garantista de la seguridad. Desde Nación, Nilda Garré pregonaba esa corriente. Luego Sergio Berni se quedó con el control del ministerio y el garantismo quedó de lado.
“Por toda la confianza que le tengo y por el trabajo que viene haciendo, en caso de que alcance la Presidencia, Casal va a ser ministro de Justicia”, aseguró Scioli al momento de hacer el anuncio.
A quien también intranquiliza la noticia de Casal como sucesor de Alak es a Aníbal Fernández. Ambos se cruzaron feo en los días previos a las primarias de agosto luego de un informe televisivo en el que el periodista Jorge Lanata entrevista desde el penal de General Alvear a un condenado por la Justicia como el autor material del triple crimen de General Rodríguez y sobre quien pesó la sospecha de tener vínculo con Aníbal.
Por entonces, el candidato oficialista a la gobernación enfureció con Casal. Es que de ese funcionario depende el Servicio Penitenciario Bonaerense, encargado de autorizar el ingreso de las cámaras y los periodistas.
Las tensiones entre ambos se mantienen intactas, sólo están congeladas hasta que termine la campaña.