Hungría: Cierre de frontera, estado de emergencia y decenas de detenidos

15.09.2015 15:44

Varados en una franja de territorio entre los puestos de fronteras de ambos países, cientos de personas que escapan de la guerra en sus naciones de origen armaron sus carpas y acamparon en el lugar, pero con el correr de las horas creció la frustración y los refugiados comenzaron a protestar de manera airada.
 


"¡Abran la frontera"!, cantaban los migrantes, que también insultaban a los policías húngaros y rechzaban agua y comida que se les ofrecía en señal de protesta, mientras un helicóptero policial sobrevolaba la zona.
 

El canciller húngaro, Peter Szijjarto, anunció que su país extenderá el cerco a lo largo del límite con Rumania

Luego de que el gobierno nacionalista húngaro completara una valla de alambres de púas en la frontera con Serbia, el canciller del país magiar, Peter Szijjarto, anunció hoy que Hungría extenderá el cerco "una distancia razonable" a lo largo del límite con Rumania, que también integra la Unión Europea (UE).

Tanto Serbia como Rumania deploraron las medidas de Hungría.

"Levantar una valla entre dos estados miembros de la UE que son socios estratégicos no es un lindo gesto desde un punto de vista político", dijo la Cancillería rumana en un comunicado.

El canciller de Serbia, Ivica Dacic, consideró "inaceptable" que Hungría le devuelva a los refugiados mientras miles más están llegando al país balcánico desde Macedonia y Grecia.

"Serbia quiere ser parte de la solución, y no daños colaterales. En los próximos días tendrá que haber conversaciones con Bruselas y otros países", agregó Dacic durante una visita a Praga.
 

 El cierre de la frontera húngaro-serbia llegó un día después de que los 28 países de la UE no pudieran ponerse de acuerdo sobre una política común para lidiar con la crisis de refugiados, durante una áspera reunión en Bruselas.

En el encuentro, los ministros del Interior de la UE ratificaron una medida acordada en principio el mes pasado de repartirse a unos 32.000 refugiados arribados a Italia y Grecia, pero difirieron hasta octubre o antes de fin de año la decisión de cómo dividirse a otros 120.000.

En los últimos meses, Hungría se convirtió en un enorme cuello de botella y punto de entrada a la UE para decenas de miles de migrantes. En lo que va de año la policía húngara ha contabilizado la entrada en el país centroeuropeo de más de 200.000 personas procedentes en su mayoría de Siria, Irak y Afganistán.
 

En los últimos meses, Hungría se convirtió en un enorme cuello de botella y punto de entrada a la UE para decenas de miles de migrantes

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, sin embargo, insiste en que la mayoría son migrantes económicos que buscan una mejor vida, no refugiados de guerra a los que el país debe acoger en cumplimiento de los tratados europeos, una opinión contraria a otras naciones de la UE, incluyendo a Alemania.

El grueso de los refugiados, sin embargo, no quiere quedarse en Hungría y sigue viaje hacia países más prósperos, como Alemania o Suecia.

También hoy, el gobierno húngaro declaró el estado de crisis en dos provincias que lindan con Serbia "debido a la situación causada por la migración masiva", según el portavoz del Ejecutivo, Zoltan Kovacs.

El estado de crisis durará medio año -con la posibilidad de prorrogarlo-, y en ese tiempo el gobierno puede intensificar los controles fronterizos, y la policía y el Ejército asumir las tareas de registrar a los solicitantes de asilo.
 

 De forma oficial el Parlamento aún debe aprobar que el Ejército ayude a la Policía en tareas de vigilancia de la frontera, pero la agencia de noticias EFE afirmó que pudo comprobar que soldados con armas automáticas ya patrullan la demarcación fronteriza.

Autoridades húngaras cerraron también hoy varios de los siete pasos fronterizos hacia Serbia luego de poner un vagón de tren coronado con alambres de púas en uno de ellos.

El principal punto de entrada de refugiados, Roszke, donde se encontraba una explanada en la que la policía reunía a los recién llegados para trasladarlos a campos para su identificación, fue sellado ayer y hoy se encontraba vacío.

Cerca del paso, no obstante, se vieron hoy escenas de caos, luego de que una multitud de migrantes se agolpara frente a unas oficinas habilitadas por las autoridades dentro de unos contenedores situados en esa tierra de nadie para procesar pedidos de asilo. 
 

La policía húngara hizo hoy las primeras detenciones de refugiados en aplicación de la ley migratoria que fija hasta tres años de cárcel por entrar sin documentos en regla

 Unos 20 migrantes lograron ingresar a las oficinas, pero cientos más se quedaron afuera.

Hungría ha introducido desde hoy un procedimiento acelerado para dirimir los casos de asilo en pocos días y que permite el acceso al país sólo a aquellos que lo reciban, y la devolución a Serbia de quienes no logren ese estatus jurídico.

Como Belgrado advirtió que no permitirá que Hungría devuelva a los refugiados a su territorio, si los refugiados no pueden entrar tampoco en Hungría quedarían varados en un "limbo legal", advirtió el organismo de la ONU para los Refugiados (Acnur)

"Los refugiados que se encuentran entre las fronteras húngara y serbia se encuentran en una trampa" de difícil salida, aseguró Erno Simon, portavoz de ACNUR en Budapest, a EFE.

Por otra parte, la policía húngara hizo hoy las primeras detenciones de refugiados en aplicación de la dura ley migratoria que entró en vigor la pasada medianoche y que fija hasta tres años de cárcel por entrar en el país sin la documentación en regla.

Gyorgy Bakondi, el asesor de Seguridad Nacional de Orban, declaró hoy a la prensa que la policía detuvo a 155 personas que trataron de cruzar la frontera.

De ellos, 45 ya fueron procesados, agregó Bakondi.

Los detenidos afrontan tres años de cárcel por entrar de forma ilegal, y algunos de ellos cinco años por el agravante de dañar la valla de 175 kilómetros en la frontera con Serbia.

Conscientes del inminente cierre de las fronteras húngaras, un récord de 9.380 migrantes ingresaron ayer al país, batiendo la plusmarca de 5.809 del día anterior, informó la policía magiar.