Irán y las potencias negocian a contrarreloj el acuerdo nuclear
El plazo impuesto por Irán y las seis mayores potencias para alcanzar un acuerdo final sobre el programa nuclear iraní vencerá mañana, y si bien las delegaciones reunidas en Viena lograron "algunos progresos", la posibilidad de extender las negociaciones, aunque solo sea por unos días, pareció ganar hoy terreno.
Mientras esperaba en la capital austríaca el retorno de su par iraní, previsto para mañana, tras realizar consultas en Teherán, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo hoy que no podía aventurar aún si podrá cumplirse con el plazo que se impusieron las partes.
"Estamos trabajando y es demasiado pronto para hacer juicios", valoró Kerry sobre la marcha de las negociaciones, antes de reunirse con el jefe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano, informó la agencia de noticias EFE.
Las países del Grupo 5+1 -Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Rusia y Alemania- negocian con Irán desde hace 20 meses para tratar de garantizar que su programa atómico sea sólo civil y no busque producir bombas nucleares, tal como sospechan las potencias, motivo por el que impusieron sanciones contra Teherán.
La República Islámica siempre negó que busque un arsenal nuclear, pero hasta ahora también rechazó dar acceso al OIEA a sus instalaciones militares en las que se sospecha que hubo investigaciones atómicas.
Cómo aclarar esas actividades y el acceso a centros militares es uno de los aspectos más espinosos en las conversaciones para alcanzar un acuerdo nuclear, a cambio del fin de las sanciones internacionales que asfixian la economía iraní.
En Washington, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, admitió hoy que el plazo podría incumplirse porque "todavía hay asuntos importantes irresueltos".
Los puntos en disputa no podrían "ser resueltos en las próximas 36 horas. Requerirá tiempo adicional, el tiempo adicional que nuestros negociadores se tomen en Viena en busca de alcanzar un acuerdo que impida que Irán obtenga un arma nuclear", dijo el portavoz del presidente Barack Obama.
Un diplomático estadounidense, que pidió anonimato, aseguró hoy que un acuerdo con Irán no exigirá que los inspectores internacionales puedan entrar en todas las instalaciones militares, sino sólo en aquellas en las que la agencia nuclear de la ONU sospeche de actividades no declaradas, informó EFE.
La fase final de las negociaciones comenzó en Viena el sábado pasado y, aunque las partes se mostraron flexibles sobre ampliar los contactos por unos días pasada la fecha límite del 30 de junio, también coincidieron en que ahora era el momento de sellar un acuerdo.
El canciller de Francia, Laurent Fabius, de visita en Nueva York, declaró a periodistas que se habían producido "algunos progresos", pero que aún quedaba mucho trabajo por delante.
Fabius, que ayer estuvo en Viena y que regresará a la ciudad esta semana, precisó que los iraníes tenían demandas específicas sobre cómo se iban a levantar las sanciones internacionales que ahogan su economía.
Ese es el otro gran obstáculo en las negociaciones, ya que Irán busca un alivio rápido una vez que se firme un acuerdo y las potencias abogan por un levantamiento gradual de las sanciones al tiempo que se cumple lo pactado.
Fuentes cercanas a la negociación aseguraron que los iraníes habrían aceptado finalmente un alivio paulatino una vez que el OIEA haya verificado el cumplimiento del acuerdo, informó EFE.
Está previsto que el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, regrese mañana a Viena tras haber mantenido consultas en Irán y que prosigan las negociaciones para alcanzar un acuerdo definitivo o anunciar una prórroga.
También llega a Viena mañana el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, que se reunirá con Kerry para, oficialmente, hablar de la situación en la convulsa Siria, aunque la marcha de las conversaciones nucleares también será abordada en el encuentro.
En ausencia de los ministros, las negociaciones continuaron hoy a nivel de viceministros de Relaciones Exteriores y directores políticos, con el objetivo de elaborar lo que puede ser uno de los acuerdos diplomáticos más complejos de las últimas décadas.
Ese acuerdo final se basa en un preacuerdo alcanzado en abril pasado que prevé limitar entre 10 y 25 años algunas actividades nucleares en Irán y la remodelación de algunas instalaciones atómicas.
A pocas horas de que se defina el acuerdo nuclear, los iraníes están expectantes, especialmente en torno a lo que suceda con las sanciones.
Estas penalidades impiden a Irán usar el sistema internacional de transferencias bancarias, lo que en la práctica restringe casi todo su comercio exterior, así como vender su petróleo en el mercado global, salvo a un pequeño número de países.
En este marco, uno de los mayores detractores mundiales del acuerdo con Irán que buscan las potencias, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, denunció hoy que las concesiones a Irán en las negociaciones nucleares están aumentando.
"Este acuerdo se está convirtiendo desde un mal acuerdo en un acuerdo peor. Está empeorando día a día", afirmó Netanyahu.
"De hecho, está allanando el camino de Irán no solo a convertirse en una gran potencia con una o dos bombas nucleares, sino con un arsenal ilimitado dentro de una década, con posibilidad de conseguir antes varias bombas atómicas, violando una vigilancia (internacional) que, de todos modos, está llena de agujeros", indicó el premier de Israel, enemigo histórico de Irán.