Joven correntino recorre países para dar mensajes de concientización ambiental

13.10.2015 07:39

Luis Francisco Martínez comenzó su trabajo "de hormiga" al visitar escuelas que dieran lugar a ofrecer charlas para los más chicos sobre la importancia de cuidar y preservar la naturaleza, cuando tenía apenas 12 años. Más tarde, su prédica captó la mirada de organizaciones nacionales e internacionales que lo invitaron a transmitir sus ideales en Buenos Aires, Perú, Bolivia y el Paraguay, donde tuvo importantes logros y reconocimientos.

El joven ambientalista, Luis Francisco Martínez, de la localidad de San Cosme. (Foto El Libertador/InfoGEI)
El joven ambientalista, Luis Francisco Martínez, de la localidad de San Cosme

 Con el objetivo de contribuir con la Madre Tierra, el joven ambientalista, Luis Francisco Martínez, de la localidad de San Cosme, ubicada a 32 kilómetros de la Capital correntina, comenzó a transmitir sus mensajes sobre la preservación y valoración de las riquezas naturales, a los 12 años, ideales que lo llevaron luego a concientizar comunidades de diferentes ciudades y países de América Latina.

Luis Francisco, es el menor de siete hermanos; y el único de la familia que se volcó, desde niño, al cuidado del planeta. Hoy tiene 17 años, es Educador Ambiental, vegetariano, y después de haber recorrido cientos y miles de kilómetros para crear conciencia ambiental en infantes, jóvenes y adultos, relató a EL LIBERTADOR sus experiencias en la lucha por el cuidado de la naturaleza y los riesgos que debió afrontar ante políticos y empresarios.

Contó que una vecina suya, que es profesora de tecnología, le enseñaba a reciclar materiales en desuso. “Fue ella también uno de mis incentivos para tomar conciencia. En ese caso, por la reutilización de diarios con el reciclaje, que contribuye con el cuidado de la naturaleza”.

También que sus deseos por proteger la naturaleza, comenzó con sus pinturas. “Cuando quería dibujar, veía paisajes que no eran agradables, entonces me propuse hacer algo para valorar la naturaleza y cuidarla. Comencé a informarme, y después visité escuelas para concientizar a través de las charlas, sobre los impactos climáticos que existen. Realicé sondeos de todo tipo, y bueno, así fue surgiendo despacito, con charlas en los colegios primarios y secundarios. Nunca pensé llegar tan lejos”, dice Luis.

Su primera experiencia fuera de Corrientes, fue en Buenos Aires cuando lo contactaron desde la organización Greenpeace de Argentina, para que trabaje con ellos en tareas de concientización educativas para los chicos. “Y ahí también me sumé a la World Wildlife Fund, que trabaja con la Fundación Vida Silvestre. Durante la mañana estaba en una organización y por la tarde en otra. Después también viajé a Bolivia, Perú y Paraguay”.

Luis Francisco aclara que toda la actividad la realiza sin abandonar sus estudios secundarios, haciéndolo como estudiante libre: “Entonces manejo bien mis tiempos para poder trabajar en cuestiones ambientales. Además –aclara-, todo lo hago de manera voluntaria, nunca pedí nada a cambio, sólo lucho por el medio ambiente. Para que la gente tome conciencia de lo importante que tenemos que cuidar. Que es nuestro hogar, nuestra casa como lo dice el Papa Francisco”.

Sobre la experiencia vivida en otros países, Luis Francisco señala que “En Paraguay, cuando recorríamos áreas que deforestaban nos amenazaron con armas. Los empresarios enviaban a los empleados para que nos amenacen, para que no sacáramos fotos, ni nos acerquemos al lugar. En el camino que tomábamos para ir ahí, ponían troncos para impedirnos el paso”.

Relató que en ese momento tuvo miedo, pero pensó que “luchaba por una causa buena. Quizás el miedo también fue por la edad que tenía, porque nos decían que si cruzábamos ese tronco, nos esperaban personas con armas. Y en Paraguay pasaban distintas cosas; una persona desaparece y no se sabe por qué desapareció”, hechos que a su familia se lo contaba mucho después de manera “light, porque si no me iban a decir que volviera urgente. Además con Greenpeace también siempre se recibió amenazas de empresarios y funcionarios políticos”.

Enseñanzas
El Educador Ambientalista, viajó a Bolivia de donde lo llamaron para concientizar sobre la Madre Tierra, en Cochabamba, lugar en el que se venera a la Madre Tierra.

"La organización con la que trabajé fue Conservation, que lucha por la conservación de todo tipo; y me llamaron fundamentalmente para el tema de concientización de especies que estaban en peligro de extensión", indicó el joven, a lo que agregó: "También en Perú trabajé con la misma organización, pero allí tratamos el tema del reciclaje de la basura, de los residuos. Y en ambos países me dieron reconocimientos".

Otro país que lo recibió pero no con muy buena predisposición de los funcionarios políticos fue Paraguay. Expresó que fue con la World Wildlife Fund que formaron el Movimiento Ecológico Juvenil, que logró la aprobación de la Ley Cero Deforestación en Paraguay