La Justicia fallaría en su favor, Rafael Di Zeo a un paso de volver a la Bombonera
Rafael Di Zeo está cerca de volver a la cancha y ponerse al frente de La 12 en los partidos que Boca juegue de local ante el clásico rival. Cuando River salga del vestuario visitante y pise el césped de la Bombonera, él será quien comande los cantos y los negocios de la barra xeneize. Las versiones en medios tribunalicios y comentarios de funcionarios del Ministerio de Seguridad dan indicios de que la Justicia ordenará a Boca que le restituya la condición de socio, perdida por falta de pago mientras estuvo en prisión.
El hombre que en los últimos tiempos negoció su vuelta con la misma cúpula de la barra que lo había hecho a un costado, que actualmente mueve los hilos desde la calle y que dijo presente en los partidos de visitante por la Copa Libertadores en Venezuela y en Uruguay, ahora tendría el camino allanado para volver a la cancha y todo indica que su aparición será nada menos que en el primer superclásico, el 3 de mayo, por el torneo local.
El año pasado Rafael Di Zeo había presentado un amparo en la Justicia Civil pidiendo que Boca le restituya la condición de socio, la que había perdido por falta de pago como consecuencia de haber estado en la cárcel. El estatuto dice que esta situación no es causal de expulsión, y también solicitó que se le deje de aplicar el derecho de admisión. Sobre lo primero, el juez Luis Bournissen, a cargo del juzgado Civil N° 35, pasado mañana fallaría en su favor y el club deberá reconocerlo como socio.
El abogado de los hermanos Rafael y Fernando Di Zeo, José Monteleone, confía en la concesión del amparo. Considera que el fallo es suficiente para que el club no le aplique el derecho de admisión. Será otra puja, esta vez, entre Boca y los hermanos Di Zeo.
Frente a este posible escenario, la barra dejó un mensaje que ya llegó a la mayoría de la CD: "Gracias a nosotros se unificó La 12 y se terminaron los quilombos de la interna". En sus códigos, es una manera de presionar a los dirigentes para obtener algo a cambio por la paz en la tribuna y en los alrededores de la Bombonera, justo en un año electoral. Desde que dejó trascender su alianza con Mauro Martín, durante el torneo de verano, en Mendoza, Di Zeo volvió a controlar todos los movimientos de La 12. Con acceso restringido a la Bombonera, los días de partido se ubica con su tropa por la zona de Casa Amarilla, aunque se mueve con sigilo. Desde allí supervisa todo: la cantidad de carnets habilitados con los que cuenta la barra para tener vía libre a la segunda bandeja; el dinero que facturan los trapitos, cuya área de influencia cada vez es mayor, y hasta controla la distribución de su gente en los paraavalanchas. Con él y Martín ausentes, sus habituales guardaespaldas son sus ojos y oídos en el corazón de La 12. Es así hasta que alguno de los dos vuelva. Y todo indica que el primero que regresará será Rafael Di Zeo, y en el superclásico.
En paralelo, mientras que en Boca se teme por el regreso de los líderes de La 12, el Ministerio de Seguridad envió al Congreso un proyecto de ley para que el Estado prohíba el acceso a los estadios de los barras que cuenten con antecedentes delictivos. La iniciativa reforzará el derecho de admisión, que es aplicado por los clubes.