Marchas y ceremonias a un año del secuestro de las estudiantes nigerianas perepetrado por Boko Haram
Padres, amigos y conocidos de las chicas raptadas el 14 de abril de 2014 de una escuela de Chibok, en el estado de Borno, marcharon por las calles de esta ciudad para recordar a las estudiantes, mientras que en la capital nigeriana, Abuja, 219 niñas encabezaron una procesión, representando a cada una de las que aún permanecen secuestradas.
Vestidas con remeras rojas con las frases escritas "#365DaysOn" y "#NeverToBeForgotten" (365 días y Nunca las olvidamos) las chicas que marcharon por la capital nigeriana y exigieron al gobierno de la primera potencia africana que intensifique los esfuerzos para encontrar a las chicas.
El primer aniversario del masivo secuestro -quizás la acción más trágica y conocida de Boko Haram- llega sin noticias de las chicas, con reproches al anterior gobierno y con llamados al nuevo presidente para que redoble esfuerzos que permitan hallarlas con vida.
Los nigerianos se preguntan si las estudiantes están aun vivas y si lograrán volver a sus hogares, pero especialmente sus padres, que todavía ansían con impotencia una operación de rescate muchas veces anunciada y nunca ejecutada.
Esther Yakubu, madre de una de las estudiantes secuestradas, comentó con amargura que "el dolor de tener a una hija desaparecida es demasiado para mí y aún así mi voz es insignificante. ¿Qué les hemos hecho (al gobierno) para que se preocupen tan poco por nosotros?", declaró en Chibok.
"No tenemos comunicación directa con el gobierno y nadie parece pensar que nos merecemos una explicación de cómo está el caso. Cada día nos consolamos como podemos, pero también estamos un poco más cerca de la desesperación total", aseguró Samuel Yanga, padre de otra de las chicas, citado por la agencia de noticias EFE.
Durante el recorrido por las calles de Chibok, Abuja, Lagos y otras ciudades de nigerianas, los participantes mostraron hoy carteles con las fotografías y nombres de algunas de las jóvenes desaparecidas y la frase de la campaña mundial en Twitter #BringBackOurGirls (Regresen a nuestras niñas), de la que participaron muchas personalidades, como la Premio Nobel de la Paz 2014 Malala Yousafzai y la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama.
Cuando ocurrió el masivo secuestro, alarmó no sólo al pueblo nigeriano sino a gran parte de la comunidad internacional, que no dudó en criticar al entonces presidente Goodluck Jonathan por cómo manejó la búsqueda de las chicas, especialmente porque Boko Haram actúa en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, donde la gestión de gobierno no es tan efectiva como en el sur del país, de mayoría cristiana.
La búsqueda de las niñas comenzó tres semanas después de su desaparición, lo que en Nigeria es demasiado tiempo para encontrar un rastro.
Si bien casi un centenar de las chicas logró escapar de los yihadistas, del resto no se supo más hasta la difusión de un video en mayo de 2014 en el que el líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, anunció que iba a venderlas como esposas en diferentes países como los vecinos Camerún, Chad y Níger.
Y aunque gobiernos como el de Estados Unidos y Reino Unido aportaron equipamiento al maltrecho Ejército nigeriano, enviando aviones no tripulados, decenas de expertos y cámaras capaces de captar movimientos en la selva, el resultado fue nulo.
El presidente electo de Nigeria, el musulmán Muhammadu Buhari, confesó hoy que no puede garantizar el rescate de las 219 chicas que todavía permanecen secuestradas, aunque aseguró que hará "todo lo posible" por lograrlo.
"No sabemos si podemos rescatar a las chicas de Chibok y tampoco sabemos dónde están", afirmó en un comunicado el mandatario electo, pero aseguró "a todos, en especial a los padres, que cuando mi Gobierno tome posesión a fines de mayo haremos todo lo posible para derrotar a Boko Haram".
El obispo de Maiduguri, capital de Borno y donde está la diócesis a la que pertenecen las jóvenes raptadas, Oliver Dashe Doeme, denunció hoy que el masivo secuestro "no se habría prolongado" si la ayuda internacional "hubiese sido más rápida", y sostuvo que si la comunidad internacional hubiera actuado con "contundencia", éstas hubieran sido liberadas.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo hoy en un comunicado que el mundo no puede olvidar a las niñas secuestradas hace un año por Boko Haram en Chibok y volvió a exigir su liberación.
La alta representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, pidió continuar los esfuerzos para rescatar a las chicas nigerianas y garantizó su apoyo a Nigeria en su lucha contra el terrorismo.
En este contexto, Amnistía Internacional (AI) difundió hoy un informe que denuncia, para eventual uso de la Corte Penal Internacional (CPI), que al menos 2.000 mujeres y niñas fueron secuestradas por el grupo yihadista nigeriano Boko Haram desde principios de 2014 y documenta otros crímenes de guerra y contra la humanidad que incluyen la muerte de al menos 5.500 civiles.