Osvaldo: "Una vez jugué contra Arruabarrena y le agradecí por las alegrías que nos dio a los hinchas de Boca"

17.02.2015 02:57

 

En su primera entrevista como jugador de Boca, el delantero que llegó al equipo la semana pasada contó una anécdota desconocida que involucra a su actual jefe. "Le preguntaba si iba a volver al club y me regaló su camiseta", reveló. En tanto, sobre su fanatismo por los colores, expresó que"a veces no me alcanzaba para comprar la entrada, pero me la rebuscaba". Y repitió: "Esto es un sueño que tengo desde chico".

Crédito: www.bocajuniors.com.ar
Daniel Osvaldo está cumpliendo el tradicional "sueño del pibe", ni más ni menos. Excluido del plantel del Inter por una pelea con Mauro Icardi y sin otro club interesado del Viejo Continente, se le abrieron las puertas de un regreso a Argentina y justamente a Boca, el club de sus amores. Ayer por la tarde vibró desde un palco de la Bombonera, hoy practicó unos minutos en el ensayo formal y ya se imagina el debut. Pero también se hizo un espacio para concederle una entrevista exclusiva al sitio oficial de la institución.
 
"Hace 10 años que estoy afuera y es todo muy nuevo, son otros desafíos, y encima estoy en el club que soñé desde chico. Seguro es muy distinto el fútbol de Argentina, pero pude adaptarme en muchos campeonatos y espero hacerlo acá también", relató el atacante, que paulatinamente adquiere su mejor versión física y futbolística para entrar en los planes de Rodolfo Arruabarrena, el entrenador.
 
Y justamente una anécdota imperdible lo une con el "Vasco", a quien se cruzó hace algunos años en el mismísimo campo de juego. "Una vez, en Europa, me tocó enfrentarlo como jugador y le agradecía por las alegrías que nos dio a los hinchas de Boca. Le preguntaba si iba a volver a jugar en Boca y me dio su camiseta", narró el hombre que llegó para jerarquizar la faz ofensiva durante los próximos seis meses.
 
Desde luego, Osvaldo nunca ocultó su fanatismo por el "Xeneize" (llegó a convertirle dos goles en un amistoso con Espanyol y no los gritó) y ante los micrófonos contó algunas de las historias de su pasado como un hincha común y corriente. "Cuando era chico venía siempre a la cancha, a veces no tenía con quién venir o no me alcanzaba para comprarme la entrada, pero me las rebuscaba. Incluso ya siendo jugador vine en varias oportunidades", expresó.
 
"No tengo el ritmo de los chicos, que ya terminaron la pretemporada y están mucho mejor que yo.Pero no me cuesta ponerme bien físicamente y en breve estaré disponible. No veo la hora de jugar en la Bombonera", compartió su anhelo el refuerzo top del fútbol argentino, que podrá quedarse más allá de junio siempre y cuando el equipo acceda a las instancias decisivas de la Libertadores.
 
Para finalizar agradeció la onda del plantel y el recibimiento de cada uno de sus compañeros: "Los chicos me mataron en la bienvenida, me mandaron al túnel... Enganché a tres o cuatro, que en algún momento se las voy a devolver, ja... Bromas, todo muy relajado y divertido. La verdad, encontré a un grupo espectacular, me están tratando de 10 desde que llegué".
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