Peregrina en silla de ruedas desde hace cinco días desde Tucumán

07.12.2015 09:13

Como cada año, una importante cantidad de peregrinos comenzó a ingresar a la provincia para participar de las fiestas en honor a la Virgen del Valle, que culminarán el próximo martes con la tradicional procesión Entre ellos, está René Barrionuevo que con 23 años, peregrina con una silla de ruedas prestada por un club. Hace cinco días que salió de Tucumán, junto a miles de peregrinos.

René Barrionuevo, salió de Tucumán hace cinco días rumbo a la provincia de Catamarca. (Foto La gaceta/InfoGEI)
René Barrionuevo, salió de Tucumán hace cinco días rumbo a la provincia de Catamarca. Foto La gaceta

En el camino se van sumando los peregrinos hasta llegar al santuario de la Virgen del Valle de Catamarca, que es la imagen de la Inmaculada Concepción, cuya solemne festividad se celebra el 8 de diciembre.

Tal es el caso de René Barrionuevo que con 23 años, siete hermanos y una silla de ruedas prestada por el club Fadip de San Cayetano, hace cinco días que salió de Tucumán, como miles de peregrinos.

Con las manos vendadas para no lastimarse, René empuja su propia silla por los 232 kilómetros de ruta que separan su casa, en Alsina 3.400, de la gruta de la Virgen, en San Fernando de Camatarca. Sus padres, Héctor y Juana Ester, van a su lado, junto con su cuñado y uno de sus hermanos. Detrás, una ambulancia del Siprosa le sigue los pasos.

“Quiero que todos vean lo que puede hacer un discapacitado. Que vean que somos iguales a los demás, que dejen de discriminarnos. Porque los taxis no nos quieren llevar cuando ven la silla y el colectivo no se detiene para que subamos”, se despacha René.

Como cada año, una importante cantidad de peregrinos comenzó a ingresar a la provincia para participar de las fiestas en honor a la Virgen del Valle, que culminarán el próximo martes con la tradicional procesión que comenzará a las 18.30, frente a la Catedral Basílica, para continuar por República hasta La Alameda y bajar por San Martín y después de bordear la plaza 25 de Mayo, terminar en el mismo punto de partida.

René tuvo que dejar la escuela porque cuando se le rompió la silla de ruedas. En el camino le sucede lo que en la vida: hay conductores que protestan y le tocan bocina, otros, en cambio, sacan medio cuerpo por la ventanilla y le gritan “¡dale campeón!”  René se queda con esta última frase. Juega al basquet y sueña con ser campeón algún día y representar a la provincia. Discapacidad no es sinónimo de debilidad ni de inutilidad, remacha