Por las redes sociales, piden demoler el edificio más grande de Bariloche
El predio lindero al Centro Cívico solía albergar eventos deportivos, circos y actividades hípicas. Hacia 1970, fue adquirido por una firma internacional que construyó allí un edificio. En las últimas décadas, se evidenció su deficiencia en la construcción y su impacto ambiental y hubo diferentes intentos de demolición. Un grupo otra vez promueve concretar esta acción en mayo próximo.
Cientos de vecinos de Bariloche que están en contra de la existencia del edificio más grande de esa localidad cordillerana, reclaman que sea demolido el próximo 3 de mayo de 2016, para el aniversario de la ciudad.
La iniciativa es convocada desde un grupo de la red social Facebook, llamado “Demolición del Bariloche Center”, donde progresivamente distintos usuarios confirman su apoyo, dejan sus fotos, comentarios y recuerdos acerca de esta céntrica edificación.
El edificio está construido en un predio lindero al Centro Civico, que durante décadas fue conocido como “El Picadero”, albergando allí eventos que integraban a la comunidad, como encuentros deportivos, circos y actividades hípicas organizadas por Gendarmería Nacional.
Pero, en 1969, el terreno fue adquirido por la firma Cantegríl Internacional S.A., una empresa dedicada a la hotelería de turismo internacional en Uruguay, bajo la promesa de construir allí un Hotel Casino categoría cinco estrellas con piscina y pista de patinaje.
Muchos lugareños aún recuerdan que a firma contrató a albañiles y operarios extranjeros para la obra de lo que sería el emblema de la llegada de los proyectos inmobiliarios a la ciudad.
Finalmente, se inauguró el 1 de julio de 1972: si en su proyecto original se promocionaba que rondaría los 34.000 metros cubiertos, sólo llegaron a levantarse 16.000 alcanzando la altura de diez pisos. Allí, además de sus 338 departamentos funcionaron a lo largo del tiempo la Sala de Juego de la Lotería de Beneficencia Nacional y Casinos la oficina de Ferrocarriles del Estado, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones, la Cámara de Comercio e Industria y la Asociación de Hoteles (que todavía sigue allí).
Cuestionamientos
El 9 de diciembre de 1976, una ordenanza municipal inauguró lo que seria la polémica historia del edificio: dispuso la clausura total del inmueble basada en la constatación de numerosas falencias.
La medida se levantó a los pocos días, luego de que casi 200 propietarios se agolparon en las puertas, sumados a más de un centenar de trabajadores afectados por la clausura del establecimiento mientras al menos cincuenta pasajeros sacaban sus equipajes para reubicarse en otros hoteles, recuerda en una nota el diario El Cordillerano.
Si bien el edificio continuó en pie, desde entonces quedó evidenciado que su presencia no satisfacía a un determinado sector de la comunidad.
En septiembre de 1996, otro concejal barilochense, el abogado Manuel Vazquez, presentó un proyecto para expropiar y demoler el cuestionado edificio, presentación que fue rechazada en forma unánime por el resto de los ediles.
En 2004 el empresario Diego Fenoglio planteó una idea un poco más condescendiente: volar los seis pisos superiores para recuperar la vista hacia el paisaje. El proyecto pronosticaba un costo total de 9,86 millones de pesos.
En 2006 el municipio analizó la posibilidad de demoler el edificio y construir en su lugar el centro de convenciones de la ciudad. Incluso fueron publicados diseños en computadora.
Tras estas iniciativas, en 2010, un grupo de vecinos se convocó por la red social Facebook para promover una alternativa mucho menos radical: la de remodelización. Cinco años después lugareños vuelven a reunirse y no solo piden la destrucción de lo que representa la llegada de proyectos inmobiliarios a la ciudad, sino evitar otros nuevos.