Proyectan un plan de puesta en valor para el sitio arqueológico Rincón Chico
Un equipo de investigadores de la UBA que estudia el sitio patrimonial brindó charlas para orientar esta iniciativa, cuya principal meta es hacer sustentable el manejo del lugar. El antiguo poblado de Rincón Chico está conformado por más de 350 construcciones del período prehispánico.

Ubicado a tres kilómetros de la ciudad de Santa María en Catamarca y ocupando el pie, las laderas y la cumbre de un cerro muy particular sobre el margen occidental del Valle de Yokavil, se constituyó el núcleo poblacional, político y religioso de lo que hoy se conoce como la localidad arqueológica de Rincón Chico.
Se trató de un asentamiento con una gran complejidad interna en cuanto a la distribución, relación y características de las más de 350 construcciones que lo conforman. Esas construcciones incluyen recintos de viviendas, plazas, muros de contención, zonas de cultivo, plataformas, cementerios y un destacado observatorio astronómico.
Contemporáneo a otras numerosas comunidades y protagonista junto a ellas del período prehispánico tardío del Valle del Yokavil (siglos X a XVI), el antiguo poblado de Rincón Chico viene siendo estudiado hace 40 años por un equipo de investigadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En este marco, días atrás, en la ciudad de Santa María y en Lampacito se desarrollaron dos talleres que apuntan a trabajar en un plan de manejo y conservación del valioso Rincón Chico con participación de la comunidad y de las distintas instituciones. Según informó el diario El Esquiú de Catamarca, la iniciativa tiene como objetivo buscar la sustentabilidad del manejo del sitio arqueológico.
Los dos encuentros se llevaron a cabo con la presencia de las secretarias de Cultura y Turismo, Patricia Saseta y Natalia Ponferrada; la directora provincial de Antropología, Rita Rodríguez; el equipo de investigadores que estudia el sitio, encabezado por Myrian Tarragó (UBA - Conicet), Leticia Raffaele, Mariana den Dulk y María Laura Casanueva; del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Inapl) y de autoridades del área de Turismo del municipio santamariano.
También se concretó una visita al sitio, que estuvo guiada por Tarragó y donde se pudo constatar el nivel de conservación del sitio y advertir de algunos aspectos sobre los que se torna necesario intervenir para evitar el deterioro por la acción climática y humana.
La secretaria de Cultura destacó la importancia de estos encuentros que apuntan a generar interés y compromiso de parte de la comunidad en la custodia y manejo de un sitio arqueológico de tanta importancia.