Recordamos la columna de Fontao
NI ROSAS NI BOMBONES: IGUALDAD, RESPETO Y DERECHOS HUMANOS
“Hombres, sus derechos y nada más; mujeres, sus derechos y nada menos…”
Susan B. Anthony (1829-1906). Luchadora social estadounidense.
Es fundamental como mujer escribir este artículo, con total honestidad intelectual en este 8 de marzo, para el diario digital Valle Viejo en la Red, considero necesario repasar conceptos y sobre todos las definiciones políticas respecto a la mujer, para que cada lector pueda autodeterminar ¿qué festejamos las mujeres este día?.
El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o Día Internacional de la Mujer conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.
Se celebra el 8 de marzo, porque ese día pero de 1908, 129 obreras de la fábrica textil Cotton de Nueva York murieron calcinadas en un incendio provocado intencionalmente por las bombas incendiarias que les arrojaron ante la negativa de abandonar la fábrica tomada por los bajos salarios y las pésimas condiciones laborales que padecían. Poco después, miles de trabajadoras marcharon por las calles en demanda de aumento de salario y mejores condiciones de vida. Y es recién en 1910, durante un Congreso Internacional de Mujeres Socialistas, que se proclama al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a aquellas que llevaron adelante las primeras acciones de mujeres trabajadoras organizadas contra la explotación capitalista.
A pesar de que los medios y muchos gobiernos han convertido a esta fecha en un frívolo y comercial “día de la mujer”, muchísimas mujeres en todo el mundo salen a las calles para denunciar la situación a la que aún siguen sometidas y para luchar por los derechos que todavía no se han alcanzado, reviviendo el espíritu y el coraje de aquellas pioneras.
Muchas personas tal vez pensarán que las cosas han cambiado y que hoy las mujeres estamos mejor. Y en parte es verdad, porque gracias a la lucha y a la organización hemos conseguido avanzar en muchos terrenos. Pero nadie nos regaló nada, todo tuvimos que pelearlo. Y la lucha no ha terminado. Basta con mirar el mundo a través de los ojos de las mujeres para darnos cuenta de las graves situaciones que aún sufrimos las mujeres, en cada situación cotidiana, en cada lugar de la sociedad. Por eso en este día, desde la COMPA queremos compartir como mujeres nuestra visión de la realidad, qué problemáticas que nos aquejan y qué desafíos que tenemos por delante. Pero sobre todas las cosas, cómo podemos avanzar en la lucha por nuestros derechos y una vida digna.
Que festejamos las mujeres de Valle Viejo y de Catamarca el 8 de marzo?
Penosamente hay que describir muchas de las situaciones que vivimos las mujeres, en nuestros hogares, en nuestros trabajos y en el seno de la sociedad actual en este día que se confunde con cualquier otro del calendario comercial, como el día de la madre, etc. Regalos, festejos sociales, y muchas tarjetas con frases vacías como “♥ Feliz día de la mujer! Gracias por ser la inspiración, la vida, el mar; gracias por serlo todo: madre, amiga, novia, esposa!”. Hipocresía que casi termina de convencer a muchas mujeres que durante el año recién maltrato, descalificación e injusticias por parte de sus jefes y patrones, y que este 8 de marzo lavan sus culpas con un ramo de flores sobre el escritorio. Hombres violentos que después de un sinfín de agresiones quiere curar las heridas con bombones y miles de cientos de gobiernos que son cómplices de las peores aberraciones de mujer desempleadas, sin acceso a la salud y a la educación, sin protección ante las redes de trata, etc.
Sin lugar a dudas, el verdadero objetivo de la conmemoración de esta fecha es reflexionar activamente sobre la evolución de las condiciones de vida y trabajo de las mujeres en todo el mundo, así como fomentar acciones tendentes a mejorarlas en las que ya se hayan logrado avances, y revertir las situaciones de indignidad e injusticia. En la actualidad, las feministas y los movimientos de mujeres afirmamos que todas las mujeres somos trabajadoras, lo que permite el reconocimiento del trabajo reproductivo, es decir, del trabajo doméstico.
En este sentido son 2 los temas, entre muchos de en la agenda, que proponemos como necesarios para el debate profundo en este y en los 356 días de este año de las mujeres.
Contra todo tipo de violencia
Difícil es no empezar hablando de la violencia, o más bien, de las distintas formas de violencia que nos atraviesan e interpelan constantemente. Porque si ya de por sí el sistema capitalista es violento y excluyente, no debemos olvidar que se complementa con el patriarcado, para dominar, explotar y oprimir a millones de mujeres alrededor del planeta. Es desde ese lugar que hablamos de múltiples formas de violencia. Hablamos de la violencia económica y laboral, que nos hace más difícil acceder a un trabajo digno, sostenerlo, ganar el mismo salario que un varón en un puesto idéntico, en una palabra, desarrollar nuestra autonomía económica; hablamos también de la violencia simbólica, esa que nos martilla la cabeza desde los medios de comunicación y la publicidad, que nos intenta imponer estereotipos y nos muestra modelos inalcanzables de supuesta plenitud y felicidad, que nos condena a ser “madres, santas o putas”; nos referimos también a la violencia psicológica, a que nos griten cosas en la calle, que nuestras parejas, padres, patrones nos humillen, denigren o controlen. Y, por supuesto, también hablamos de la violencia física, esa que se descarga sobre nuestros cuerpos a través de una cachetada, un disparo o ser prendidas fuego. A estas situaciones que terminan en la muerte les debemos la palabra femicidio que se escucha tanto lamentablemente en los últimos tiempos: el asesinato cometido por un hombre hacia una mujer a la cual considera de su propiedad.
Estas formas de violencia de género están muy instaladas en la sociedad y se hacen muy difíciles de desnaturalizar. Si la violencia hacia las mujeres sigue siendo pensada como “celos que son el condimento del amor” o “crímenes pasionales” se complica mucho más comprender sus causas y enfrentarla.
La violencia de género es un problema social y político. En el 2006 se sancionó la “Ley de Protección Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, la cual es un logro importante de tantos años de lucha del movimiento de mujeres en la Argentina y es una herramienta de lucha muy importante. Pero lo cierto es que el presupuesto destinado a las políticas públicas para prevenir y, sobre todo, asistir a las mujeres víctimas de violencia, es insuficiente.
Por otra parte, es necesaria una transformación del sistema judicial y de sus leyes. La justicia continúa impregnada de machismo: se nos maltrata permanentemente cada vez que vamos a hacer una denuncia, se nos investiga a ver si decimos la verdad, se nos obliga a transitar trámites interminables que nos siguen violentando. Nos preguntamos: ¿hasta cuándo?.
En Catamarca en solo un año hubo 7 femicidios y un centenar de denuncias por violencia de género que no son escuchadas y que son constantemente denuncias por AMAM (Agrupación de Mujeres en Ayuda Mutua, es una ONG sin fines de lucro, con el objetivo de trabajar por erradicar la violencia de género, construyendo una sociedad más pacífica e igualitaria), quienes llevan una tarea valiente e intachable en nuestra Provincia. Va para ellas nuestro respecto y apoyo.
Se trata de nosotras (trata de mujeres y niñas)
La trata de personas es uno de los mayores negocios a nivel mundial, junto con el tráfico de armas y el narcotráfico. En nuestro país, en los últimos tiempos el tema empezó a cobrar algún tipo de relevancia mediática, aunque siguen siendo cientos las mujeres que están desaparecidas, en plena democracia, y que son explotadas sexualmente en prostíbulos a lo largo y ancho del país. Muchas ya fueron “exportadas” a otros países, como mercancías.
Es el caso de Marita Verón, quien está desaparecida desde hace 10 años y que la única información que se tiene sobre su secuestro y explotación es a causa de la incansable lucha de su madre, Susana Trimarco, que se ha convertido en un ejemplo para el movimiento de mujeres en la Argentina. A lo largo de estos años, mediante su investigación y militancia, ha logrado desnudar la vinculación entre el sistema político, judicial, policial y los/as tratantes de personas. En su camino, liberó a cientos de mujeres que se encontraban en distintos prostíbulos del norte argentino.
En los últimos tiempos se dice que en Argentina no existe impunidad para quienes han violado los derechos humanos. Nosotras nos preguntamos: ¿y los derechos de las humanas? Que te secuestren, te violen y te vendan, ¿no es acaso una violación a los derechos humanos?
Desde el 2008 existe la ley contra la trata de personas, pero no se ha desmantelado una sola red de trata, no hay nadie verdaderamente importante preso, los prostíbulos siguen aflorando y las desaparecidas continúan desaparecidas. Una vez más: ¿hasta cuándo? Cuantas mujeres Catamarqueñas siguen desaparecidas?.
Resaltar como ejemplo de lucha a Ada Morales, vecina del departamento que lucho con sangre y vida por el esclarecimiento de la muerte de su hija, María Soledad Morales quien lamentablemente también fue víctima de femicidio con el peor de los agravantes, el poder político de turno.
Otro tema que por supuesto es difícil de entender es la cantidad de abusos sexuales registrados en la Provincia, una investigación que compara los datos oficiales de encarcelamiento para 2012, presentados en los informes del Sistema Nacional de Estadísticas de Ejecución de la Pena, elaborados por la Dirección Nacional de Política Criminal en Materia de Justicia y Legislación Penal, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (disponibles en internet en https://www.infojus.gov.ar/sneep), refleja que: “estos datos con los recolectados en el mismo universo y para el mismo espacio temporal respecto a otras provincias y para el número total de delitos en el país, nos encontramos con que los delitos contra la integridad sexual representan aproximadamente el 11% en Argentina, mientras que en La Rioja y Córdoba es del 16%, en Salta y Santiago del Estero ronda el 21%, en Jujuy el número es superior al del Catamarca, llegando al 29%, en Tucumán es del 14% y en Buenos Aires solo llega al 8%.En todos los casos analizados los delitos contra la propiedad representan la porción más significativa.” El dato es alarmante considerando que solo se trata de los casos denunciados, en Catamarca el 28% restante representa la porción que aquí nos interesa, es decir, los delitos contra la integridad sexual.
Mujer bonita es la que lucha
Para terminar, y aunque sea duro y tal vez lo que muchos y muchas no quisieran leer en este día, destaco la definición del 28 Encuentro de Mujeres (San juan 2013): “Ver el mundo a través de los ojos de las mujeres es ver muchísimas injusticias, es ver opresión y explotación, es vernos mutiladas y violadas. Pero también, y por sobre todas las cosas, es vernos resistiendo con coraje y alegría, sabernos luchadoras, conocernos rebeldes.”
Mujeres de mi Valle Viejo: Ni fiesta ni conmemoración: ¡ESTE 8 DE MARZO CELEBRAMOS LA LUCHA!
Lic Ely Fontao
Partido Socialista Catamarca
Coord, de Participación Ciudadana CD Valle Viejo