Reuven Birmajer: El Rabino Argentino asesinado en Medio Oriente
27.12.2015 11:31
El crimen de Birmajer, ocurrido el miércoles junto a otro israelí en la Ciudad Vieja de Jerusalén, se inscribe en una ola de ataques con cuchillos que ya ha causado la muerte de 23 israelíes y por lo menos 122 palestinos que fueron abatidos o que murieron desde principios de octubre.
A causa de ello, la esperanza de proclamar un Estado palestino, que conviva en paz con Israel, parece haber quedado en el olvido tras una serie de fracasos diplomáticos.
Ante la falta de respuestas, los palestinos decretaran el fin de los Acuerdos de Oslo de 1993 que establecieron la autonomía de Cisjordania y la Franja de Gaza, donde los israelíes continúan contruyendo asentamientos a pesar de los reclamos internacionales.
Por lo visto, la irracionalidad de los extremistas no es de un solo bando, ya que a la muerte de Birmajer, hermano del escritor argentino Marcelo Birmajer, se suman en los últimos días otros hechos de violencia.
Por ejemplo, la policía israelí abrió una investigación para investigar un video en el que se muestra a un grupo de jóvenes judíos, algunos con fusiles y cuchillos, que celebran durante una boda el asesinato de tres miembros de una familia palestina, en julio pasado.
Las imágenes, difundidas por el canal 10 de la televisión israelí, fueron repudiadas por la mayoría de los israelíes y condenadas por el gobierno de Benjamín Netanyahu.
El video está referido a un ataque incendiario contra la casa de la familia Dawabsha en la aldea de Duma, en Cisjordania, durante el cual murieron el bebé Alí, de un año y medio, y sus padres Saed y Riham, tras sufrir graves quemaduras. También resultó herido el niño Ahmed, de cuatro años,
Las fotografías de la llamada "Boda del odio" compartieron la portada de algunos diarios con la foto de los dos isralíes muertos a cuchillazos, entre ellos Birmajer, asesinado en la puerta de Jaffa, el principal acceso al reciento amurallado del centro de Jerusalén.
El caso Dawabsha, y otros hechos de violencia, han conmovido tanto israelíes como a palestinos que no han vuelto a sentarse a la mesa de negociaciones desde hace veinte meses.
A este panorama se suma el fracaso del plan de paz, de nueve meses, presentado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que concluyó en abril de 2014.
"Los religiosos ultranacionalistas sionistas se han apoderado de Israel: primero construyeron los asentamientos y luego mataron la solución de los dos Estados (...)", opinó el analista Gideon Levy en un artículo en el diario israelí Haaretz.
El analista afirmó: "Ya podemos anunciar un ganador: el ultranacionalismo religioso que se esconde tras el nombre desgastado "sionismo religioso", ha ganado a lo grande.
"Con el nombramiento del nuevo jefe de policía, jefe del Mossad y el nombramiento esperado del fiscal general, cada uno perteneciente a su campamento, han capturado puestos adicionales de poder decisivo", dijo Levy.
La situación de violencia que vive Israel ha sido analizada por Netanyahu, quien reconoció que el país sufre de tanto en tanto actividades de "terrorismo judío".
"Hay terrorismo árabe con el que estamos lidiando. Pero desgraciadamente hay también actividades terroristas que son perpetradas por judíos y el (servicio de inteligencia interna) Shabak se encarga de lidiar con ellas", dijo el primer ministro israelí.
Lo cierto es que la violencia ha provocado una merma del turismo en Jerusalén y en la ciudad de Belén con motivo de la Navidad y el Año Nuevo.
Preocupado por la situación, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, responsabilizó a Netanyahu por "acelerar las políticas que conducen a la destrucción de la solución de los dos Estados".
No es casual que Abbas se refiera al Estado Palestino, teniendo en cuenta que la iniciativa ya fue reconocida por 136 países, entre ellos la Argentina.
Por ahora, sin embargo, es posible que estas decisiones no tenga el peso que se necesita para destrabar las negociaciones con el fin de resolver un conflicto que tiene más de 60 años, desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Así como los nacionalistas contribuyen a fomentar la división entre ambos pueblos, hay otros líderes mundiales que buscan que Abbas y Netanyahu abran un nuevo canal de negociación.
A principios de diciembre, durante una reunión en la Casa Blanca con su colega israelí, Reuven Rivlin, el presidente estadounidense, Barack Obama, convocó a israelíes y palestinos a intentar avanzar por el camino de la paz.
Aunque las posibilidades de lograr un acuerdo son por ahora escasas, sobre todo por la negativa de Netanyahu a crear un Estado palestino, Obama volvió a insistir con este viejo concepto

Ante la falta de respuestas, los palestinos decretaran el fin de los Acuerdos de Oslo de 1993 que establecieron la autonomía de Cisjordania y la Franja de Gaza, donde los israelíes continúan contruyendo asentamientos a pesar de los reclamos internacionales.
Por lo visto, la irracionalidad de los extremistas no es de un solo bando, ya que a la muerte de Birmajer, hermano del escritor argentino Marcelo Birmajer, se suman en los últimos días otros hechos de violencia.
Por ejemplo, la policía israelí abrió una investigación para investigar un video en el que se muestra a un grupo de jóvenes judíos, algunos con fusiles y cuchillos, que celebran durante una boda el asesinato de tres miembros de una familia palestina, en julio pasado.
Las imágenes, difundidas por el canal 10 de la televisión israelí, fueron repudiadas por la mayoría de los israelíes y condenadas por el gobierno de Benjamín Netanyahu.
El video está referido a un ataque incendiario contra la casa de la familia Dawabsha en la aldea de Duma, en Cisjordania, durante el cual murieron el bebé Alí, de un año y medio, y sus padres Saed y Riham, tras sufrir graves quemaduras. También resultó herido el niño Ahmed, de cuatro años,
Las fotografías de la llamada "Boda del odio" compartieron la portada de algunos diarios con la foto de los dos isralíes muertos a cuchillazos, entre ellos Birmajer, asesinado en la puerta de Jaffa, el principal acceso al reciento amurallado del centro de Jerusalén.
El caso Dawabsha, y otros hechos de violencia, han conmovido tanto israelíes como a palestinos que no han vuelto a sentarse a la mesa de negociaciones desde hace veinte meses.
A este panorama se suma el fracaso del plan de paz, de nueve meses, presentado por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, que concluyó en abril de 2014.
"Los religiosos ultranacionalistas sionistas se han apoderado de Israel: primero construyeron los asentamientos y luego mataron la solución de los dos Estados (...)", opinó el analista Gideon Levy en un artículo en el diario israelí Haaretz.
El analista afirmó: "Ya podemos anunciar un ganador: el ultranacionalismo religioso que se esconde tras el nombre desgastado "sionismo religioso", ha ganado a lo grande.
"Con el nombramiento del nuevo jefe de policía, jefe del Mossad y el nombramiento esperado del fiscal general, cada uno perteneciente a su campamento, han capturado puestos adicionales de poder decisivo", dijo Levy.
La situación de violencia que vive Israel ha sido analizada por Netanyahu, quien reconoció que el país sufre de tanto en tanto actividades de "terrorismo judío".
"Hay terrorismo árabe con el que estamos lidiando. Pero desgraciadamente hay también actividades terroristas que son perpetradas por judíos y el (servicio de inteligencia interna) Shabak se encarga de lidiar con ellas", dijo el primer ministro israelí.
Lo cierto es que la violencia ha provocado una merma del turismo en Jerusalén y en la ciudad de Belén con motivo de la Navidad y el Año Nuevo.
Preocupado por la situación, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, responsabilizó a Netanyahu por "acelerar las políticas que conducen a la destrucción de la solución de los dos Estados".
No es casual que Abbas se refiera al Estado Palestino, teniendo en cuenta que la iniciativa ya fue reconocida por 136 países, entre ellos la Argentina.
Por ahora, sin embargo, es posible que estas decisiones no tenga el peso que se necesita para destrabar las negociaciones con el fin de resolver un conflicto que tiene más de 60 años, desde la creación del Estado de Israel en 1948.
Así como los nacionalistas contribuyen a fomentar la división entre ambos pueblos, hay otros líderes mundiales que buscan que Abbas y Netanyahu abran un nuevo canal de negociación.
A principios de diciembre, durante una reunión en la Casa Blanca con su colega israelí, Reuven Rivlin, el presidente estadounidense, Barack Obama, convocó a israelíes y palestinos a intentar avanzar por el camino de la paz.
Aunque las posibilidades de lograr un acuerdo son por ahora escasas, sobre todo por la negativa de Netanyahu a crear un Estado palestino, Obama volvió a insistir con este viejo concepto