Rito de iniciación en Neuquén: "mi hijo no se explica por qué hubo tanta crueldad"
En una práctica violenta y descontrolada, el profesor de remo de un club neuquino, calentó un atizador en las brasas y le quemó los glúteos al menos en seis ocasiones a un adolescente de 14 años, mientras otros dos mayores lo sostenían. La familia y el menor confían en que se haga justicia.

"Queremos justicia con justicia, no con violencia, porque a nuestro hijo no le va a hacer bien saber que hubo venganza", dicen los padres del adolescente de 14 años quemado en la cola con un atizador al rojo vivo por sus profesores de remo, en el club Santafesino de Neuquén.
Están indignados, pero no pierden la racionalidad. En una entrevista exclusiva con el diario LM Neuquén, contaron la realidad de su hijo y el acompañamiento de la familia.
A principios de año, el adolescente había pasado de natación a remo en el Santafesino y estaba entusiasmado con el grupo. Y la noche del 30 de octubre fue a un asado en el que estaban su profesor Damián Rodríguez, Juan Gabriel Rodríguez (hermano del profesor) y Cristian Jadul, además de seis compañeros.
Esa noche, en una práctica violenta y descontrolada, Juan Gabriel calentó un atizador en las brasas y le quemó los glúteos al menos en seis ocasiones, mientras Damián y Cristian lo sostenían.
"Cuando lo fui a buscar, estaba con cara rara. Le pregunté si le había pasado algo y me dijo que no.
Recién después le contó a mi otro hijo de 16 años, que le dijo que tenía que contarnos a nosotros. Mi hijo se bancó todo el sábado haciéndose curaciones con el botiquín que tenemos en casa", recordó la mujer.
Para peor, a través de un grupo de Whatsapp, el joven recibió cargadas. "El mismo profesor le mandaba mensajes en los que le decía que eso se curaba con alcohol y unos gritos. Todo el sábado lo hostigaron. Se salió dos veces del grupo y el profesor lo volvía a incluir. Le pedía que le mandara fotos de las quemaduras y, para mofarse de lo que le habían hecho, le mandó una foto de un mandril. Es increíble cómo seguía la locura", describió con bronca el papá del adolescente.
Respecto a los motivos del virulento ataque de los profesores, la mamá explicó: "Jamás se habló de que fuera un bautismo. Todavía mi hijo no se puede explicar por qué hubo tanta violencia y crueldad. Nos contó que no había alcohol en la reunión, cosa que uno podría pensar que fue el disparador de este horror. Estamos hablando de varias personas desequilibradas, porque ninguno intentó frenarlos".
En la charla, el papá mostró tres fotos de las lesiones que le provocaron a su hijo. "Para que veas si esto es un relato salvaje o no", disparó el hombre. El chico presenta severas quemaduras en las que se observan con claridad las repetidas marcas del atizador.
"Charlamos en la familia que no había que ir a buscar a los profesores, y que queríamos justicia con justicia. A mi hijo le va a hacer bien cuando la Justicia le muestre que se hace justicia. Hasta ahora no la ve porque estas personas están caminando tranquilas por la calle con el poder de dañar a otros, y entonces mi hijo todavía no está seguro", dice con mesura la mamá.
"Nosotros cambiamos abruptamente nuestros hábitos. Mi hijo hace dos semanas que no va a la escuela porque no se puede sentar, tiene que estar parado o boca abajo. La escuela nos dio todo el apoyo", agradece el papá.