River volvio a ser River
Un estadio lleno. Una multitud esperanzada. Una sucesión de corazones riverplatenses renovando el crédito a jugadores y al cuerpo técnico. Eso fue el Monumental en el triunfo ante el Ciclon . Eso fue River en su vuelta a su casa. El apoyo sin límites para el grupo que le dio tantas satisfacciones en el 2014, incluyendo el título del torneo local en el primer semestre (con Ramon Diaz ) y el de la Sudamericana en el segundo (con Marcelo Gallardo).
La decisión de la gente fue unánime y así el 5-0 ante Boca en Mendoza por el torneo de verano pareció quedar rápidamente olvidado. Tanto que la cancha estuvo colmada con 60.000 personas con una recaudación fabulosa, cercana a los 12 millones de pesos. Primó la pasión por los colores, el reconocimiento. Nada de críticas o de exigencias de hacer "rodar cabezas", en sintonía con lo que decidió Gallardo.
Hubo aplausos para el equipo apenas pisó el césped, como una muestra fidedigna de que lo que vale son las competencias oficiales. Por más que esa derrota ante el rival de siempre haya dolido por las formas y los modos, para la gente es más importante vivir de los tiempos de gloria tan cercanos y soñar con otro año de éxitos. Además, River tendrá numerosas competencias en este año y todo empieza con esta Recopa ante San Lorenzo .
"Para mí tendría que haber jugado Ponzio porque es mi preferido y siempre da todo", decía antes del partido una joven con camiseta de River. "Pero igual banco al equipo", agregaba. Es el ejemplo de miles de opiniones previas al partido, ya que como bien dice el refrán, "en la Argentina hay 40 millones de directores técnicos". Que Maidana sí, o que no; que podría haber jugado Pezzella. Que Gonzalo Martínez merecía una oportunidad de entrada y no a los 15 minutos del segundo tiempo (anoche cumplió 100 partidos como profesional, 99 en Huracán y 1 en River). Igualmente son todas opiniones pero de ninguna manera objeciones: en el retorno al Monumental hubo, y es necesario repetirlo, un total apoyo de la gente millonaria para Marcelo Gallardo pese a la goleada ante Boca.
Lo mismo sucedió con Teófilo Gutiérrez . Cuando el colombiano salió a los 26 minutos del segundo tiempo para que ingresara Fernando Cavenaghi , la gente le regaló la mejor música que puede llegar a los oídos de un futbolista: un estruendoso aplauso. Y eso que ya lleva siete partidos oficiales sin convertir goles, una cifra bastante alta si se tiene en cuenta que el delantero comenzó el segundo semestre con un alto promedio de gol.
El apoyo del público de River tuvo respuesta final en el resultado. Fue con una victoria que, aunque justa, resultó trabajosa y complicada y sólo encontró rumbo y definición en la parte final del cotejo. El gol de Carlos Sánchez fue el premio para la gente y el estallido que permitió desatar la alegría de todo el mundo riverplatense, que hasta entonces estaba contenido por la tensión del partido.
Ahí sí, con la ventaja conseguida, se escuchó una dedicatoria para Boca en las canciones de todo el estadio. Ahí aparecieron de nuevo los aplausos y la ilusión. Ahí brotaron las palmas para el refuerzo que parece ser ideal para el paladar riverplatense: Pity Martínez, fundamental con una sutileza en el gol del uruguayo.
River cree en los éxitos recientes y sueña con los que podrán venir. ¿Boca? Boca es una cuestión del pasado.