Rousseff pide inversiones para su país

30.06.2015 07:57

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que las turbulencias económicas por las que atraviesa su país no son motivo para que deje de ser atractivo para la inversión de gigantes multinacionales, consideró a Estados Unidos “uno de los socios fundamentales” y destacó entre las coincidencias entre ambas naciones que tienen “sociedades democráticas con instituciones sólidas, con estabilidad política y que saben lidiar con situaciones difíciles”.

Rousseff mantuvo un encuentro con inversores y financistas, una de las dos actividades claves de su segundo día de visita oficial a EEUU, donde esta noche cenaba con su par Barack Obama.

“Quiero dejar en claro aquí nuestro interés por ampliar y desarrollar cada vez más nuestras relaciones y decirles que, tanto en lo que se refiere al comercio, como en lo que se refiere a inversiones, Estados Unidos es uno de los socios fundamentales de Brasil", dijo.

La mandataria afirmó que hay "muchas semejanzas" entre Brasil y Estados Unidos: "Brasil es un país continental, así como Estados Unidos; ambos tenemos un gran mercado consumidor; ambos somos una economía de mercado; tenemos tradición de transparencia; respetamos contratos; y tenemos seguridad jurídica".

Insistió en esa línea en el hecho de que los dos países tienen "sociedades democráticas con instituciones sólidas, con estabilidad política y que saben lidiar con situaciones económicas (difíciles) y con la divergencia de opiniones".

Ayer, la mandataria había tenido conceptos similares ante 25 empresarios brasileños con inversiones de gran porte en Estados Unidos, entre ellos representantes de la petroquímica Braskem, los frigoríficos JBS y Marfrig y otras grandes firmas como las siderúrgicas Gerdau y Usiminas, la tecnológica Stefanini, la gigante del etanol Cosan y el productor de celulosa Suzano.

También el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, reiteró las palabras de la presidenta sobre la garantía de "confianza" que Brasil puede dar a los inversores.

"El mensaje es: confianza en Brasil", proclamó Monteiro, quien describió como "grandes" los atractivos para extranjeros que ofrece Brasil, pese a las "dificultades coyunturales".

Además de las opciones en proyectos disponibles, en aeropuertos, puertos, carreteras y vías férreas, Monteiro recordó que "los activos en Brasil están baratos y los proyectos, también" debido a la depreciación del real ante el dólar.

En su exposición de hoy ante empresarios, Rousseff resaltó que su administración otorga gran importancia al plan de concesiones en logística lanzado este mes, y que contempla entregar al sector privado proyectos en ferrocarriles, puertos, aeropuertos y carreteras por un valor calculado en cerca de 64.000 millones de dólares.

"Es necesario convertir la demanda potencial por mejor infraestructura en proyectos viables de inversión para el capital privado... Y es precisamente esto lo que buscamos hacer. Este viaje y este encuentro forman parte del proceso", afirmó Rousseff, al comentar los objetivos de su visita oficial a Estados Unidos.

Al hablar ante los 250 participantes del Encuentro Empresarial sobre Oportunidades de Inversión en Infraestructura en Brasil, que se realizó en Nueva York, la presidenta recordó que Brasil atraviesa un período de ajuste fiscal, que hace aún más necesario impulsar inversiones en infraestructura.

Además, recordó que Brasil prepara una nueva ronda de concesiones para explotación de petróleo y gas, cuyas normas serán anunciadas el 7 de julio, y que en agosto el gobierno dará a conocer un nuevo plan de inversiones en el área de energía eléctrica.

También el titular del estatal banco de fomento BNDES, Luciano Coutinho, habló en la reunión del PIL (Plan de Inversión en Logística), lanzado por Rousseff.

Terminado esta reunión, Rousseff viajó a Washington, donde la esperaba con una cena Obama, con quien volverá a verse mañana en un encuentro de trabajo. Luego, la presidenta brasileña intervendrá en Washington en la III Cumbre Empresarial Brasil-Estados Unidos antes de seguir viaje rumbo a San Francisco, última escala de su gira estadounidense.

La presidenta tenía prevista una visita de Estado a Washington en octubre de 2013, pero la canceló después de que se supo que ella misma había sido víctima del espionaje estadounidense, un episodio ya superado pero que llegó a causar roces y distanciamientos diplomáticos.

Ahora, con Obama, espera dar por finalizado aquel episodio, y avanzar en asuntos de cooperación en las áreas de energía, defensa, comercio, economía, educación, ciencia y tecnología e infraestructuras, entre muchos otros.

También hablarán de la agenda global y regional, con especial interés en la reforma de las Naciones Unidas y asuntos puntuales latinoamericanos, entre los que se prevé que figurará la situación política en Venezuela.

En San Francisco, en tanto, visitará el "Valle de Silicio" (Silicon Valley), para conocer las instalaciones de la empresa Google y reunirse con empresarios del sector tecnológico. También pasará por las Universidad de Stanford, donde será recibida por la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice, catedrática de esa institución, y conocerá un centro de investigación de la agencia espacial estadounidense NASA.