Santa Fe: Educar a los tiros, un testimonio de la inseguridad
Docentes de la Escuela Nº 383 y el Jardín Nucleado Nº 154 de la localidad Frontera salieron a pedir una vez más seguridad. Relataron que como las balaceras en el sector y el ingreso de delincuentes son frecuentes debieron tapiar muchas aberturas del establecimiento y poner alarma. Las instituciones cada vez cuentan con menos matrícula.
La ciudad de Frontera, en el este santafesino y pegada a la localidad cordobesa de San Francisco, suele ser blanco de reiterados hechos delictivos.
Algunas instituciones educativas de la zona no solo no son ajenas a estas situaciones sino que diariamente enseñan en un marco muy complejo, con balaceras en el sector y el ingreso de delincuentes que frecuentemente roban o dañan elementos de los edificios escolares.
En diálogo con el matutino La Voz de San Justo, las autoridades de la Escuela Nº 383 “Juan Gregorio de las Heras” de Villa Josefina, ubicada 3 km al Este de Frontera, y del Jardín Nucleado Nº 154 “Madre Teresa de Calcuta”, explicaron cómo se las arreglan para enfrentar estas situaciones y nuevamente pedieron más seguridad para sus alumnos.
La Escuela Nº 383 es quizá una de las más afectadas y entre otras medidas de prevención que las autoridades adoptaron para intentar brindar mayor seguridad a sus alumnos, pusieron alarma y debieron tapiar muchas aberturas del establecimiento. Las mismas autoridades son las que cumplen con las tareas de limpieza y refuerzo de seguridad.
La directora de la institución, Ruth Gomez, (a su vez, responsable del primer ciclo) y las maestras Estela Nadalin (segundo y tercer ciclo) y Milva Malano (nivel inicial) contaron que los alumnos muchas veces no salen al patio durante los recreos por miedo a que les pase algo.
Por estas razones, el pasado mes de noviembre se realizó un “abrazo” simbólico al edificio escolar en reclamo de mayor seguridad; no obstante las docentes afirmaron que este triste panorama no se ha modificado.
“La situación continúa igual y no mejoró en nada. La semana pasada nos rompieron las aberturas de los baños, algo que sucede continuamente; la última vez nos dejaron inutilizadas las puertas, luego de que las atacaran durante dos días seguidos”, graficaron.
La directora guarda testimonio en fotos de todos los daños que les han causado en los últimos meses: vidrios rotos que se remplazaron por madera o cartón, persianas dañadas, puertas forzadas. Ante ello, recalcaron que los robos eran más habituales, pero con la alarma y las medidas de seguridad improvisadas por las docentes ya no han podido ingresar al salón principal.
La matrícula, en peligro
El año pasado la institución atravesó un momento dramático, con peligro de cierre, a causa de la importante baja de la matrícula. Si bien lograron superar esta coyuntura, la escuela cuenta actualmente con 18 alumnos, lo que representa un número bajo en relación a épocas anteriores.
“Veníamos de tener hasta 46 alumnos y en la actualidad hay 18. En 2014, por el asesinato de un joven se fue su familia del establecimiento y luego abandonaron la institución también los familiares del presunto asesino. Por vinculaciones con este y otros hechos, en total terminaron yéndose de la escuela 9 familias, lo que uso en peligro su continuidad”, recordaron sus responsables.
Paralelamente, indicaron que el número de alumnos del Jardín Nucleado Nº 154 “este año se recuperó un poco”. “Peligraba el nivel inicial y nos autorizaron a abrir salita de 3, sino el nivel inicial se cerraba, porque si no dejábamos ingresar niños de esa edad, ellos y sus hermanos se hubieran ido a buscar otra escuela donde sí los admitiesen”, añadieron