Se realizó el primer matrimonio igualitario entre mujeres en una cárcel de Córdoba

17.09.2014 07:58

Valeria y María Silvina se conocieron en la Unidad Penitenciaria Nº 6. La primera de ellas salió en libertad meses atrás, pero la relación continuó más allá de las rejas. El matrimonio igualitario incluyó una ceremonia íntima a la que asistieron 20 personas y que se realizó en el Salón de Usos Múltiples de ese Penal.

 
La historia de Valeria y Silvina comenzó hace algunos meses estando ambas privadas de la libertad. Foto Telediario Digital/InfoGEI
La historia de Valeria y Silvina comenzó hace algunos meses estando ambas privadas de la libertad. Foto Telediario Digital/InfoGEI

 Valeria De Zorzi de 30 años permaneció detenida, por un delito menor, tan solo un mes en la Unidad Penitenciaria Nº 6, sin embargo ese tiempo le alcanzó para conocer el amor. En ese contexto de encierro, Valeria se enamoró de Silvina de 29 años que se encuentra procesada por una causa que la involucra en la venta de estupefacientes.

Mientras permanecieron tras las rejas, las jóvenes iniciaron una relación amorosa que continuó a pesar de que Valeria recuperó su libertad. Ayer, decidieron celebrar su amor y se convirtieron en las primeras mujeres en casarse en una cárcel de Córdoba. Cabe recordar, que la misma unidad penitenciaria había sido escenario dos años antes de un matrimonio, pero entre hombres.

En diálogo con el diario cordobes La Mañana, fuentes de la Penitenciaría de Río Cuarto detallaron que tras salir De Zorzi en libertad, se dieron inicio las gestiones para pactar la ceremonia civil. Del casamiento igualitario participaron como testigos a cuatro personas, dos de ellas internas de la unidad penitenciaria. Además, asistieron a la ceremonia la madre y los dos hijos de Valeria, y amigos de ambas mujeres.

De Zorzi acudió a la ceremonia luciendo un vestido blanco, mientras que Silvina eligió un vestuario más informal de camisa y pantalón. Valeria, en diálogo con Telediario Digital, mostró su felicidad al tiempo que manifestó “nos enamoramos, fue como un flash. Yo había tenido parejas mujeres y hombres, pero esto es especial”.

Tras el casamiento formal, los invitados disfrutaron de un ágape en el Salón de Usos Múltiples de la Penitenciaría local, con pizzas, bebidas y una torta, según informaron desde el servicio Penitenciario Provincial.

Hasta el momento, Valeria podía visitar a su novia en las visitas ordinarias, pero ahora que están casadas se les otorga el derecho a una visita íntima cada 30 días, hasta tanto recupere Silvina recupere la libertad. “No fue fácil. Cuando quedé en libertad, sólo una vez la pude ver y ahora tengo la autorización para visitarla una vez al mes”, indicó Valeria a un noticiario local. (InfoGEI