Según el índice que difundía la dirección nacional de Política Criminal.

06.08.2015 09:00

La última publicación de la tasa de inseguridad a nivel nacional que se conoce data del año 2008. En aquel entonces, en pleno auge del gobierno de Eduardo Brizuela del Moral, la provincia tenía el triste récord de ser la segunda más insegura de todo el NOA y estaba sexta a nivel nacional. En contrapartida, La Rioja, provincia vecina y similar en muchos aspectos socioculturales con Catamarca, figuraba con el menor índice delictivo. 
El informe dado a conocer por la dirección de Política Criminal dependiente del ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación y que fue publicado por este medio en septiembre de 2010, ubicaba a Catamarca con una tasa de delincuencia, incluso mayor a la de Córdoba, Buenos Aires o Tucumán, con un mayor población y desarrollo económico.

Delitos por habitante

Casi 17.000 hechos delictivos fueron cuantificados durante el año 2008 en la provincia de Catamarca. Esta cifra resulta insignificante si se la pone en contraste con los más de 36 mil hechos que se registraron en Tucumán, o los más de 140 mil que se produjeron durante el mismo lapso en la provincia de Córdoba.
Pero para determinar la cantidad de hechos delictivos, se toma una muestra por cada 100.000 habitantes. De esta forma, se puede comparar la situación de provincias con distinto índice demográfico.
En esta provincia se habían registrado un total de 4.358,47 hechos delictivos por cada 100.000 habitantes, lo que la ponía por encima de las dos provincias antes señaladas. La cifra también supera en más del doble a la registrada en la provincia vecina de La Rioja -que según la medición es la más segura del país- donde la tasa delictiva está por debajo de los 2000 hechos.
En comparación con las otras provincias de la región Noroeste, Catamarca se ubicó en aquel entonces en el segundo lugar en materia de inseguridad, superada sólo por Salta, donde la tasa de hechos delictivos llegaba a 4.900 hechos.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el sector del país donde la delincuencia hace estragos. Se registran más de 7.280 hechos por cada cien mil habitantes. Le siguen en orden decreciente, Neuquén, Mendoza, Santa Cruz, Salta y Catamarca.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires encabeza los índices de inseguridad y es el distrito nacional donde se concentra la mayor cantidad de habitantes, con lo cual su posición en el ranking resulta lógica. Sin embargo, no ocurre lo mismo con Catamarca, donde el índice de delincuencia la pone por encima de provincias más importantes tanto poblacional como económicamente -como es el caso de Córdoba o Tucumán-, y también de las que tienen similar situación habitacional, como La Rioja o San Luis.
También resulta poco alentador comparar la situación de la provincia con la tasa a nivel nacional, donde se registran 3.298 hechos delictivos por cada 100.000 habitantes. Es decir que en esta provincia se suman 1000 hechos delictivos más que a nivel nacional.

Los robos, a la cabeza

De los 16.929 hechos delictivos registrados durante el año 2008, más del 53 por ciento corresponden a las distintas modalidades de los delitos contra la propiedad (robos y hurtos), que sumaron más de 9.000 hechos.
En segundo lugar se ubican los delitos contra las personas, que incluyen desde los homicidios hasta las lesiones culposas, y que sumaron un total de 4.684 hechos. Es decir algo más del 28 por ciento del total.
El resto de los delitos son por hechos en contra de la libertad, contra la integridad sexual, contra el Estado y la comunidad, y delitos contra el estado civil, que comprenden el restante 19 por ciento de los delitos.

Justicia ausente

Mientras los delitos contra la propiedad y contra las personas representan el 80% de la actividad criminal por año, ya que aquel año se dictaban sentencias sobre menos del 1% de la cantidad de hechos registrados en esos rubros, los homicidios son los que mayor respuesta de la Justicia obtienen.
Como se sabe, la performance de la Justicia sufrió una vertiginosa caída a partir del año 2011, donde la cantidad de causas se redujo en forma preocupante.