Tupac Amarua castiga a los que militan en el radicalismo
21.08.2015 18:03
El asesinato del militante jujeño Jorge Ariel Velázquez volvió a poner en el centro de la polémica a la organización Tupac Amaru, de Milagro Sala. La dirigente kirchnerista buscó despegarse asegurando que la víctima era afiliada a esa fuerza, pero desde el radicalismo denunciaron las afiliaciones masivas y obligatorias para los jóvenes que quieren estudiar en la escuela de la organización o recibir algún tipo de beneficio.
Ya en 2013 un grupo de jóvenes que cobraba una “capacitación” en la Organización de Desocupados Independientes de Jujuy (ODIJ), perteneciente a la Tupac Amaru, había denunciado aprietes, amenazas y golpes de parte de un dirigente cercano a Milagro Sala.
En ese momento, en una entrevista en Canal 4 -que hoy vuelve a publicar el portal Prensa Jujuy- un joven llamado Franco Gutiérrez contó fue el castigo que sufrió de parte de Emilio Cayo, diputado provincial y actual candidato a intendente de la capital provincial, apoyado por Milagro Sala.
“Nos empezó a mostrar unas fotos donde nosotros estábamos militando para el partido radical, en una marcha, nada raro”, contó el joven, dando cuenta que también desde la organización hacían una especie de espionaje a sus “afiliados”. “Empezó a gritarnos, a llamarnos ‘traidores’, a maltratarnos a todos”, agregó Gutiérrez.
“Yo le discutí, le quise explicar que lo hicimos por necesidad (…) Él me empezó a discutir y en un momento me empujó. Cuando me empujó, toda su patota que estaba atrás de él me empezaron a empujar y a querer sacar”, continuó. “Marcelo Hinojosa me tiró un golpe por la espalda y ahí me empezaron a querer pegar, tuve que salir corriendo”, relató.
Según su versión, lo mismo hicieron con un grupo de chicas, a las que también sacaron a empujones de una de las sedes de la ODIJ. “Cuando nos estábamos retirando, nos amenazaron, nos dijeron que tenían nuestros datos y que nos iban a ir a buscar”, aseguró.
Gutiérrez explicó que el castigo por ir a una marcha radical, era que se quedaban sin la “capacitación” en la ODIJ, lo que reportaba una pequeña ayuda económica. “Solo por el hecho de tener nuestras convicciones, porque no estamos de acuerdo con lo de Milagro y todo ese tipo de personas”, lamentó.
Pero el joven también comentó que por esa “capacitación” que cobraban les exigían acompañar a la Tupac Amaru. “Nunca dejamos de trabajar, cuando nos llamaron a marchas, movilizaciones fuimos. Sin embargo, él no quiso escuchar razones. Lo único que sabía era gritar”, indicó. “Él dice que no podemos pensar de otra forma que no sea la de él, por el hecho de trabajar ahí tenemos que pensar como él y ser de su partido”, completó.
El caso de Velázquez -asesinado mientras militaba para un candidato radical-, desde la UCR denunciaron que revela un “método compulsivo y extorsivo que utiliza la agrupación Tupac Amaru para cooptar a jóvenes, exigiéndoles esa afiliación para poder acceder a una escuela pública que maneja la Tupac Amaru con fondos del Estado nacional".