Un ataque suicida con bomba provocó no menos de 18 muertos en Afganistán
En el episodio, un atacante suicida detonó los explosivos que llevaba escondidos entre sus ropas en horas del mediodía en el mercado central del distrito de Almar, momento de gran afluencia de clientes, según precisó el portavoz de la Policía provincial Sayd Masood Yaqubi.
Según el relato del portavoz policial todas las víctimas son civiles y algunos de los heridos se encuentran en estado grave.
El atentado se inscribe en un registro de violencia que computa que en las últimas semanas se sucedieron enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los talibanes en seis de los 13 distritos de la provincia de Faryab, donde los insurgentes controlan algunas áreas y el Ejército ha lanzado una operación contra ellos.
"El ataque es una respuesta a la operación militar que tiene como objetivo aliviar la presión a las tropas talibanas en el frente de batalla", afirmó Masood, según citó la agencia de noticias EFE.
Ayer, 10 rebeldes, entre ellos dos uzbekos, murieron por disparos de los soldados afganos en este distrito de Alma.
El ataque de hoy se produce después de que el presidente Ashraf Gani agradeciera públicamente la semana pasada al líder talibán, el mullah Omar, por su apoyo a los negociaciones iniciadas a principios de mes entre ese grupo insurgente y el Gobierno.
Gani señaló el pasado viernes que los talibanes "quieren unirse al proceso político" y agradeció al mullah Omar por abrir el camino a la posibilidad de realizar "esfuerzos políticos" para alcanzar la paz.
El mullah Omar había señalado previamente que "los encuentros e interacciones de paz con los enemigos no están prohibidos" por el islam, aunque advirtió de que "los esfuerzos políticos y la vía pacífica" no excluían el empleo de la fuerza armada para lograr la expulsión de las fuerzas "invasoras" de Afganistán y la implantación de un estado islámico.
Gobierno y talibanes se reunieron el 8 de julio último tras encuentros informales en Qatar y Noruega en los últimos meses, y en medio de la ofensiva insurgente de primavera que intensificó sus ataques en todo el país.
La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la denominada ISAF, sustituida desde enero por Apoyo Decidido con 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación.
En tanto, Estados Unidos decidió mantener desplegados a 9.800 soldados hasta fines de año como parte de su misión "antiterrorista" en Afganistán.